El dirigente indígena Salvador Quishpe. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El debate sobre la consulta popular y las 16 enmiendas vuelven a tomar fuerza en el escenario político nacional.
Las 16 enmiendas a la Constitución que en este momento se están divulgando por el país, ha obligado a los sectores opositores a ellas a pensar en alianzas. No son, en principio, electorales, afirman. Son solo una necesidad para frenar lo que consideran una ruptura a la Carta Magna vigente desde el 2008.
El hecho de que Compromiso Ecuador haya frenado la segunda pregunta en contra de la reelección indefinida a la espera del dictamen de la Corte Constitucional sobre las dos iniciativas ingresadas por Sociedad Patriótica y Democracia Sí, respectivamente, han sido valoradas por Salvador Quishpe, del movimiento indígena y que ha asumido un liderazgo en Pachakutik, y de Marcelo Larrea, el rostro más visible de Democracia Sí.
¿Han mantenido diálogos? Sí y no. Eso al menos afirman los protagonistas. Han hablado, que es un término de menor peso al diálogo. Es decir: no han llegado a acuerdos y menos aún a estrategias conjuntas.
Quishpe, por ejemplo, dice que no ha habido más que un saludo con gente de Compromiso Ecuador. Para él, los indígenas y las organizaciones sociales tienen una prioridad: recomponer la unidad resquebrajada en las organizaciones sociales. Pero no niega que es necesario establecer un diálogo nacional. “Nos han llevado a un punto en que el diálogo con todos los sectores es algo pecaminoso. ¿A dónde nos están llevando? ¿A que nos odiemos entre todos los ecuatorianos?”
Quishpe sabe que cualquier reunión a futuro con Lasso será recriminado por Correa y que lo denostará por ser aliado de la derecha y de la restauración conservadora. “Pero él es quien menos derecho y menos autoridad moral tiene para hacerlo. “Si él fue a pedir el apoyo económico a Lasso para su campaña electoral. ¿Con qué autoridad moral puede decir si una reunión de esta naturaleza es buena o mala?”
Marcelo Larrea, en cambio, escuchó con cierta sorpresa que las organizaciones están pendientes del dictamen de la Corte Constitucional sobre sus siete preguntas. Sostiene que son, por su estructura, más viables y que además integran los aspectos más importantes que se pretenden enmendar desde el oficialismo. Pero también destaca que lo ocurrido durante la socialización que realizó la Comisión Ocasional de la Asamblea que tramita las 16 enmiendas es una señal: los cánticos a favor de una consulta popular.
La iniciativa de Sociedad Patriótica, en cambio, está en compás de espera. La Corte pidió más aclaraciones sobre sus preguntas. Gilmar Gutiérrez también entregó primero las preguntas al Consejo Nacional Electoral (tal como lo hizo Colectivo Ecuador), pero tuvo que acudir a la Corte. Pidió que ésta actuara con mayor celeridad. Ahora deben hacer mayores precisiones sobre la pregunta del referendo que ellos proponen porque incluyen modificaciones al texto constitucional.