Salud al Paso y el Patronato trabajan en programas para evitar enfermedades. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Cuando ingresó al contenedor de Salud al Paso, Zoila Guastar, de 55 años, ya intuía lo que le iban a decir. Estaba preocupada por su peso, por eso aprovechó su día libre (martes 4) para acudir al punto de El Ejido.
Desde hace tres años trabaja en una cebichería en la zona de La Rumiñahui, de 07:00 a 19:00. Desayuna a las 10:00 un plato de arroz con pescado. Nunca le faltan patacones, maduros y yucas fritas. Ni canguil y chifles. Almuerza a las 17:00, algo parecido. Su dieta suena envidiable pero le duelen mucho las piernas, se siente pesada. La molestia no le deja dormir.
Contó que tiene 35 libras de más. La enfermera controló su peso y talla y midió su glucosa. La nutricionista le recomendó comer mejor y ajustar horarios.
Ella, como otros ciudadanos que prueban el servicio, que el Municipio inauguró el 9 de mayo, hablan como lo hace quien empieza un nuevo año. Tienen la meta de cambiar de hábitos alimenticios y de incorporar la actividad física a su rutina.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en el país alcanza al 62,8% de personas de 19 a 59 años. En Quito llega al 63,5%, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012.
La prevalencia de hipertensión arterial en la población de 18 a 59 años es de 9,3% a escala nacional y de 8,9% en el Distrito. En cuanto a la prehipertesión las cifras son de 37,2% en el país y 36,8%, en la urbe, de acuerdo con la misma fuente.
Esos datos dieron pie a la creación de este programa. Su objetivo es contrarrestar las principales causas de enfermedad y mortalidad en la ciudad.
Lo apunta Eduardo Puente, secretario subrogante de Salud, quien detalla que la idea es prevenir la obesidad, diabetes, hipertensión, a las que se asocian las enfermedades cardio y cerebrovasculares.
Zoila, quien trabaja en la cebichería, teme pasar del sobrepeso a la diabetes. “No quiero vivir con medicamentos”. Ella es afiliada al Seguro Social. Pero dice: “Acá ha sido rapidito, sin cita”. Hay quienes se tratan con especialistas privados o públicos y usan Salud al Paso para chequear su presión a diario.
En la Secretaría Metropolitana de Salud no buscan competir con el Ministerio del ramo ni el IESS. En Salud al Paso no se hacen diagnósticos. Trabajan en prevención, para que la ciudadanía haga conciencia y adquiera un estilo de vida saludable: con ejercicio, al dejar de fumar y de consumir excesivas grasas o hidratos de carbono.
El Municipio tiene tres unidades de salud, entre ellas una maternidad, adonde también refieren a quienes requieren atención médica. Para Salud al Paso se tomó el modelo de Buenos Aires, a través de las Estaciones Saludables.
No es el único esfuerzo para mejorar la calidad de vida ciudadana que impulsa el Municipio. Desde julio, la Unidad Patronato San José desarrolla el Programa Entre Mamás. Brindan talleres a mujeres embarazadas y abuelas, para que aprendan sobre estimulación intrauterina, lactancia… Visitarán 10 barrios, llevan dos.
Además, desde abril, el enfoque del Programa 60 y Piquito cambió. Buscan ir a una vejez más activa, incluso apoyan emprendimientos productivos. Hay 14 000 usuarios en los 310 puntos. Desde abril trabajan en un Sistema Integral de Atención al Adulto Mayor; han realizado 1 800 operaciones de ojos y la meta es llegar a 2 200.
El Patronato, que para este año tiene USD 12 201 802,73 de presupuesto, abrirá 55 Guagua Centros hasta diciembre, en el momento lleva 30. Cada uno recibe a 40 niños, en ellos se brinda alimentación nutritiva, se controla peso y talla. La visión es que de modo integral Quito se convierta en una ciudad saludable.
Por eso la premisa es gastar USD 1 en prevención y no 100 en cura de enfermedades, según Puente. El equipamiento y pago de personal que atiende en 10 puestos fijos y 11 móviles ha significado una inversión de USD 1 700 000 este año. En Salud al Paso proyectan atender a 220 000 personas en el Distrito en el 2015. Hasta el martes 4 eran 53 296. Entre el 10 y 15% vuelve para seguimientos.