Hace 150 años, un sencillo cura de pueblo nacido en el norte de Italia fundó la Sociedad Salesiana. Era una de tantas agrupaciones religiosas de la época. Pero, al contrario que la mayoría de ellas, los salesianos crecieron de tal forma que en nuestros días son una de las primeras congregaciones de la Iglesia Católica.
Y el cura del pueblo es ahora un personaje de gran influencia. Don Bosco no es solo un santo, muy popular por cierto, sino también un reconocido innovador de la Educación y de la formación de grupos de niños y jóvenes.
Don Bosco vio crecer su congregación religiosa en vida. Los salesianos se regaron por varios países y continentes. Estaba vivo cuando despidió a los primeros salesianos que vinieron al Ecuador y les dio personalmente varias recomendaciones para su ministerio. Desde que llegaron a nuestro país, los salesianos se dedicaron a trabajar en dos campos fundamentales: las misiones y la educación, especialmente popular.
Las misiones salesianas en la Amazonia fueron pioneras en muchos aspectos. Lograron establecer un vigoroso sistema educativo y al mismo tiempo promovieron la organización indígena. La Federación Shuar fue creada con el impulso de los misioneros salesianos, pero desde sus inicios fue autónoma y ha sido uno de los ejes de la participación indígena de las últimas décadas.
Precisamente a partir de su experiencia con los indígenas shuar, los salesianos desarrollaron la Editorial Abya Yala, una casa editora dedicada a la Antropología y a temas vinculados con los grupos populares. Ahora es una de las instituciones más respetadas e influyentes del país.
La educación es el espacio natural de los salesianos. Fundaron desde su llegada varios centros educativos, cuyo número ha crecido hasta el presente. En ellos se da una formación humanista con criterio abierto. El estilo salesiano respeta a los jóvenes, los orienta y promueve. Creo que todos los ex alumnos sentimos que fuimos parte de una experiencia innovadora, enloquecedora y, sobre todo, auténtica.
Los salesianos se dedicaron también desde el principio a la enseñanza de artes y oficios. Con el tiempo establecieron varios de los mejores colegios técnicos del país. Y, por fin, formaron la Universidad Salesiana, que ahora es una alternativa de Educación Superior innovadora, dedicada especialmente a sectores de escasos recursos.
Los salesianos han hecho una inmensa tarea en el campo educativo y en la formación de la conciencia nacional. Esa es una gran contribución a nuestra sociedad. Sobre todo su obra se ha expresado en la promoción de un espíritu cristiano libre y tolerante, por una actitud abierta, y por un sentido alegre de la vida.
Tenemos buenos motivos para celebrar estos 150 años de aliento del espíritu de Don Bosco hecho gente. Y buena gente.