A los sospechosos se les juzgó a la purificación con ortiga y yerbas andinas dentro de la aplicación de la Justicia Indígena este martes 29 de agosto del 2017. Foto: Glenda Giacometti
Los habitantes de la parroquia Salasaka, en Tungurahua, sentenciaron a tres personas implicadas en el presunto robo de 10 ponchos y por una supuesta estafa en la compra de productos en varias tiendas de esa comunidad localizada a 15 minutos al oriente de la ciudad de Ambato.
A los sospechosos se les juzgó a la purificación con ortiga y yerbas andinas dentro de la aplicación de la Justicia Indígena este martes 29 de agosto del 2017.
Los comuneros detuvieron a los implicados tras ser denunciados por los habitantes del sector. Darwin M., fue ubicado cuando intentaba vender uno de los 10 ponchos en la plaza de artesanías localizada en la vía Ambato-Baños. El propietario identificó esta vestimenta y lo denunció.
En las investigaciones efectuadas por el Consejo de Gobierno se determinó que este morador del sector de Zanjaloma, una de las 18 comunidades de Salasaka, habría robado los 10 ponchos en diferentes viviendas.
Seis de estos supuestamente los comercializó en USD 640 y otro en 70. Con el dinero adquirió varias prendas de vestir de marca. Tras siete horas de deliberaciones y testimonios fue sentenciado a realizar trabajos comunitarios, devolver el dinero y a la purificación con ortiga, eucalipto, santamaría, sauco y ruda. El juzgamiento se cumplió en la casa del pueblo Salasaka. Más de 400 personas llegaron al sitio.
Antes de ser purificado, sus padres, tíos, hermanos, padrinos y el teniente político aconsejaron al joven para que rectifique sus pasos.
Con lágrimas sus progenitores suplicaron en el idioma kichwa que sea una persona de bien y que siga estudiando, luego lo ortigaron. “La justicia indígena no es solo ortigar o castigar, sino es reparadorar”, dijo José Guaranga, teniente político de la comunidad.
En el proceso también fueron juzgados Marco M., y Ronald R., por supuesta estafa en una tienda de la localidad. Uno de los implicados habría comprado un shampoo y una cerveza, tras varios engaños no canceló la mercadería y es más recibió el vuelto de un billete de USD 20 que nunca entregó. “Me engañó, le di los productos y el vuelto, pero no me dio el billete. Mi esposa me pidió los USD 20 y recién me di cuenta de la estafa”, dijo Luis P., propietario del local.
Luego los detuvo en la comunidad con ayuda de varios vecinos del sector. Tras los careos, declaraciones e investigaciones los sospechosos fueron juzgados a una purificación.
Pedro Tisalema, fiscal de Asuntos Indígenas, dijo que las tres personas supuestamente fueron detenidas por delito flagrante. Uno de ellos es un joven de la comunidad, quien se habría sustraído 10 ponchos de casa de sus vecinos. Cada prenda de vestir cuesta USD 500. Con esa evidencia se procedió al juzgamiento a través de la Justicia Indígena.
“Como funcionarios de la justicia ordinaria estamos presentes como veedores con la finalidad de evitar que se vulnere los Derechos Humanos y que se garantice el debido proceso”, afirmó.