Agentes de la Bolsa de Nueva York observan la cotización del barril de petróleo. Foto: Spencer Platt / AFP
El ministro de Energía de Rusia, Alexandr Novak, y el titular de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, mantuvieron ayer consultas sobre la tendencia a la baja de los precios del petróleo, lo que ha puesto en apuros a los exportadores.
“En particular, se habló de la posibilidad de celebrar en breve consultas entre los países productores, sean miembros o no de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”, informó el Ministerio ruso.
La nota señala que “con ese fin, Del Pino se encuentra de gira exterior, durante la que, además de Moscú, viajará a Teherán (Irán), Doha (Qatar) y Riad (Arabia Saudí)”.
Al respecto, Novak expresó “su disposición a participar en dichas consultas multilaterales”, según medios rusos.
En días pasados, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó a Del Pino que iniciara una “gira inmediata” por todos los países productores, pues su país busca presentar una propuesta para recuperar el equilibrio del mercado del crudo.
Maduro ya se reunió el pasado año en dos ocasiones con el presidente ruso Vladimir Putin, para estabilizar los precios del petróleo y reducir la extracción, pero el Kremlin siempre ha negado alguna clase de acuerdo.
Cada cierto tiempo Venezuela, Argelia y Ecuador se dirigen a nosotros. Pero nuestra posición no ha cambiado: consideramos que una reducción artificial no traerá ningún beneficio. Al contrario, solo agravará la situación”, dijo en septiembre pasado Novak.
La pasada semana Novak aseguró que Arabia Saudí propone ahora un recorte de la producción de petróleo del 5%, lo que podría ser tratado en la próxima cumbre de la OPEP.
Novak insistió en que antes de acordar un recorte en la extracción es necesario que todos los países productores y exportadores alcancen un “consenso” base.
No obstante, el viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, matizó el viernes pasado que Moscú solo disminuirá la extracción si los precios se mantienen excesivamente bajos durante largo tiempo.
La semana pasada, el Presidente venezolano habló de un posible acuerdo. “Ya estamos cerca de ponernos de acuerdo los países petroleros OPEP y no OPEP. Estar cerca no quiere decir que ya estamos”, dijo Maduro el pasado sábado.
Desde el 2015 y en lo que va de este año, Venezuela ha intentado que el cartel -del que es miembro fundador- decida un recorte de producción, lo que ha sido rechazado por Arabia Saudita, embarcada en una estrategia de saturación del mercado que deprima los precios y afecte la producción de crudo de esquisto, como la de Estados Unidos.
El WTI cerró en 31,62
El petróleo bajó ayer en Nueva York en un mercado que ya no vislumbra un acuerdo para reducir la oferta y está preocupado por el vigor de la demanda. El barril de “light sweet crude” (WTI) cerró en USD 31,62 y de ese modo dejó buena parte de lo ganado la semana pasada.
Los precios se habían recuperado ligeramente cuando la semana pasada se especuló con que Rusia y la OPEP negociarían entre sí para reducir la producción y de ese modo aliviar la sobreoferta. Sin embargo, el mercado está convencido que eso no va a ocurrir, declaró Bart Melek, de la firma TD Securities.
Este analista agregó que parece que “la OPEP produce aún más petróleo” debido al aumento de la producción de Irán tras haberse levantado sanciones que le bloqueaban el acceso a los mercados internacionales. De manera que la oferta tiene pocas chances de reducirse en forma coordinada. Según Melek, “la demanda china se va a hacer desear y, por si fuera poco, las estadísticas económicas de Estados Unidos no hacen pensar que su actividad económica será tan fuerte como se pensaba” .
Para Tim Evans, analista de Citi, la visita del Ministro venezolano del Petróleo a los grandes países productores no traerá los resultados esperados por Venezuela. “Probablemente confirmará que no se prepara ninguna acción coordinada para remediar la oferta excedentaria”.
El mismo Evans indicó que aun cuando los precios bajos deberían estimular la demanda, eso tampoco es seguro porque “no se advierte ninguna aceleración del crecimiento económico mundial”.