Rusia anuncia por sorpresa la suspensión de bombardeos del régimen sirio en Alepo

La decisión de suspender los bombardeos se da para que miles de civiles atrapados en Alepo puedan salir. Foto: AFP

La decisión de suspender los bombardeos se da para que miles de civiles atrapados en Alepo puedan salir. Foto: AFP

La decisión de suspender los bombardeos se da para que miles de civiles atrapados en Alepo puedan salir. Foto: AFP

Rusia, aliada clave del régimen de Bashar al Asad, anunció el jueves 8 de diciembre del 2016 el cese de los ataques aéreos y disparos de artillería del ejército sirio contra los barrios rebeldes de Alepo, una medida para asegurar la evacuación de miles de civiles atrapados en medio de la violencia.

Tras el anuncio sorpresa de Moscú, que no fue comentado por el régimen sirio en Damasco, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) registró un cese de los ataques de la aviación siria y una baja de los disparos de artillería en los últimos sectores donde los rebeldes están atrincherados.

“Hay más calma. Incluso los disparos de armas ligeras disminuyeron, lo que no había ocurrido hasta ahora”, confirmó el corresponsal de la AFP en Alepo Este.

El periodista indicó que después se registraron bombardeos sobre los barrios de Kallassé y de Maad.

Poco después el OSDH indicó que había combates esporádicos y bombardeos en varios barrios rebeldes del este, donde este jueves murieron 18 civiles.

Un responsable del grupo rebelde Nuredin al Zinki, Yaser Yusef, expresó dudas sobre el anuncio ruso. “No se puede considerar seria esa declaración sino en caso de que haya medidas concretas garantizadas por la ONU”, dijo a la AFP.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, anunció desde Hamburgo la suspensión de los bombardeos.

“Puedo decirles que hoy, las operaciones de combate del ejército sirio fueron interrumpidas en el este de Alepo porque hay una gran operación en curso para la evacuación de civiles”, declaró Lavrov, al margen de una reunión de la OSCE en Alemania, citado por las agencias rusas.

“Habrá una columna de evacuación de 8 000 personas, cuyo itinerario es de cinco kilómetros”, precisó Lavrov.

Preguntado por los periodistas, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, consideró que la noticia es “indicativa de que algo positivo puede suceder”.

Lavrov anunció además que el sábado se llevarán a cabo conversaciones entre Rusia y Estados Unidos en Ginebra “para terminar el trabajo (...) y definir los medios de resolución de los problemas del este de Alepo”.

En estas conversaciones se estudiarán los planes de evacuación de combatientes rebeldes y de los civiles que los apoyan, según el jefe de la diplomacia rusa.

El anuncio de Lavrov se produjo un día después de que seis países occidentales, incluido Estados Unidos, pidieran el miércoles un “alto el fuego inmediato” ante la “catástrofe humanitaria” y solicitaran a Rusia e Irán que aprovechen su influencia sobre el régimen de Asad para conseguirlo.

El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió el jueves que se retomen pronto las conversaciones.

“Ahora es realmente el momento de mirar seriamente la posible reanudación de las discusiones políticas”, dijo De Mistura a los reporteros luego de una reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU.

Además anunció que se reunirá la semana próxima con el equipo del presidente electo estadounidense, Donald Trump.

La asamblea de la ONU tiene previsto votar el viernes un proyecto de resolución que exige un inmediato alto al fuego en Siria y el acceso a la ayuda humanitaria.

Se espera que la Asamblea General apruebe este texto no vinculante que demanda un “completo fin a todos los ataques sobre civiles” y el levantamiento de todos los sitios.

“Por desgracia, sospecho que será demasiado pequeño y demasiado tarde”, dijo este jueves el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft.

Llamado de los Cascos blancos

Fortalecido por el fulgurante avance de sus tropas en los barrios rebeldes, en Alepo-Este, desde el inicio de una ofensiva lanzada el 15 de noviembre, el presidente Bashar al Asad rechazó hasta ahora los llamados a un cese del fuego, tratando de controlar a cualquier precio la totalidad de la segunda ciudad del país.

Los rebeldes están atrincherados en algunos sectores del sur de Alepo Este con decenas de miles de civiles atrapados, mientras el ejército, apoyado por combatientes iraníes y del Hezbolá libanés, controla ahora más del 85% de la parte que los insurgentes conquistaron en 2012, según la OSDH.

Los Cascos blancos, rescatistas que operan en los sectores rebeldes en Alepo-Este, lanzaron un llamado desesperado a las organizaciones internacionales para que los protejan asegurándoles un paso seguro.

“Si no son evacuados, nuestros voluntarios pueden sufrir tortura o ejecución en las cárceles del régimen”, agregaron dirigiéndose al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), a la ONU y al Consejo de seguridad.

La intensidad de los combates aceleró el éxodo de la población y 80 000 personas huyeron de Alepo Este desde el 15 de noviembre, según la OSDH.

La reconquista de Alepo sería para el régimen su más importante victoria desde el inicio de la guerra en 2011.

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