La Rusia postsoviética en cinco fechas clave

El presidente Vladimir Putinen una mesa de votación durante las elecciones presidenciales de Rusia en Moscú el 18 de marzo de 2018. Foto: AFP

El presidente Vladimir Putinen una mesa de votación durante las elecciones presidenciales de Rusia en Moscú el 18 de marzo de 2018. Foto: AFP

El presidente Vladimir Putinen una mesa de votación durante las elecciones presidenciales de Rusia en Moscú el 18 de marzo de 2018. Foto: AFP

Cinco momentos claves de la historia de Rusia, desde el colapso de la Unión Soviética en 1991 a la elección presidencial de este domingo 18 de marzo del 2018.

 1991, acta de muerte de la URSS 

El 8 de diciembre de 1991, Boris Yeltsin, elegido seis meses antes como primer presidente de la Federación de Rusia proclamó, junto a sus homólogos de Ucrania y Bielorrusia, la “muerte de la URSS”.

El dirigente soviético Mijaíl Gorbachov quedó relegado para siempre y Yeltsin emprendió una larga serie de reformas liberales que transformaron de manera irreversible la sociedad rusa.

Entre otros cambios, se liberalizaron los precios, se estableció una tasa de cambio unificada, se marcó una convertibilidad del rublo, se instauró la propiedad privada y se abolió el monopolio del Estado sobre el comercio exterior.

En 1993 Yeltsin no dudó en enviar los tanques para reprimir a los diputados comunistas que se habían amotinado en el parlamento. Estos incidentes dejaron un balance oficial de 148 muertos.

A finales de 1994, decidió meter en vereda a la pequeña república independentista de Chechenia, ubicada en el Cáucaso ruso. En 1996 un acuerdo puso fin a una guerra que dejó decenas de miles de muertos.

La crisis financiera de 1998 agravó la situación de millones de rusos que quedaron sumidos en la pobreza, en un momento en que el sistema de salud y de educación se hundía y la corrupción avanzaba.

1999, llegada de Putin al poder 

En agosto de 1999, Yeltsin designó en el puesto de primer ministro a Vladimir Putin, un personaje casi desconocido, pero que se había desempeñado como jefe de la FSB, sucesor del servicio de espionaje KGB.

Casi de forma inmediata, Putin se forjó una imagen de hombre fuerte en un país traumatizado por una ola de atentados atribuidos a los independentistas chechenos, con un saldo de cerca de 300 muertos.

El 1 de octubre de 1999, Putin, que había prometido “liquidar a los terroristas hasta en los retretes”, desplegó las tropas federales rusas en Chechenia.

Yeltsin, ya lastrado por el alcohol y las enfermedades, terminó dimitiendo el 31 de diciembre de 1999.

Su delfín designado lo sucedió definitivamente tras las elecciones presidenciales de marzo de 2000.

De 2000 a 2009, el conflicto en Chechenia, marcado por los abusos y el bombardeo indiscriminado de Grozny, dejó decenas de miles de víctimas.

Durante sus dos primeros mandatos (fue reelegido en 2004) , Putin reforzó su influencia en el Parlamento, colocó a los gobernadores regionales bajo el control de Moscú, forzó a los medios a mostrar una lealtad sin condiciones y restituyó todas sus funciones a la heredera del extinto KGB.

También apartó uno a uno a los oligarcas, una casta que se enriqueció con Yeltsin. Esta estrategia llevó a Mijaíl Jodorkovski, que estaba al frente del gigante ruso del petróleo, a pasar diez años en la cárcel.

Paralelamente, la economía se recuperó, gracias a un estricto control monetario y sobre todo gracias al maná del petróleo.

2008-2012, entreacto de Medvédev

Debido a que la Constitución le impedía optar a un tercer mandato consecutivo, Putin ungió como delfín a su joven vicepresidente Dmitri Medvédev, elegido el 2 de marzo de 2008 sin una verdadera competencia.

Entonces Putin se convirtió en primer ministro y tomó el liderazgo del partido Rusia Unida, que controlaba el parlamento.

En 2009, Rusia fue golpeada con fuerza por la crisis económica global, pero logró recuperarse y encontrar la senda del crecimiento.

2012, controvertido retorno 

En diciembre de 2011, se desató un movimiento de protesta sin precedentes desde la llegada al poder del Putin, tras la victoria en las legislativas de Rusia Unida debido a las denuncias de fraude hechas por la oposición.

Esta ola de protestas no impidió que volviera a la presidencia en 2012 por un mandato de seis años, gracias a una reforma constitucional.

Su elección por casi un 64% de los votos fue considerada como sesgada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) . Las manifestaciones desataron la peor represión desde el final de la URSS, según la organización Human Rights Watch (HRW) .

2014, restaurar la 'Gran Rusia' 

Putin se lanzó en una gesta de restaurador de la “Gran Rusia”, anexando en 2014 la península ucraniana de Crimea.

Esta operación provocó la peor crisis desde el fin de la Guerra Fría entre Rusia y Occidente, que acusó a Moscú de apoyar militarmente a la rebelión separatista en el este de Ucrania, algo que el Kremlin desmiente.

La anexión de Crimea y las injerencias en Ucrania, le granjearon a Rusia sanciones europeas y estadounidenses, que fueron como un latigazo para su economía.

En Siria, Rusia se convirtió en un actor ineludible desde su intervención en 2015, lo que permitió a las tropas y a su aliado Bashar al Asad ganar terreno frente a la oposición.

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