Moscú. Reuters, DPA, ANSA
Moscú envió tropas a Kirguistán el jueves para proteger a los ciudadanos rusos, incluyendo los de su base militar, luego de que los autoproclamados nuevos líderes tomaran el poder en la nación del Asia Central.
El presidente Dmitry Medvedev dijo al líder del vecino Kazajistán que Rusia enviaba “un grupo de militares (150 paracaidistas)” a Kirguistán, para proteger al personal en la base aérea Kant en la ex república soviética. El jueves, líderes de la oposición dijeron que habían tomado el control del poder tras enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes, donde murieron al menos 75 personas.
Una figura de la oposición afirmó que Rusia influyó en los eventos ocurridos en la nación de 5,3 millones de habitantes, donde Estados Unidos tiene una base aérea para apoyar operaciones en Afganistán. Según el Pentágono, por ahora, los disturbios “no afectaron seriamente” el abastecimiento de las tropas en Afganistán.
Mientras, el presidente depuesto, Kurmanbek Bakiyev, se negó ayer a dimitir tras la sangrienta revuelta del miércoles y se refugió en el sur del país. “Declaro como presidente que no dimití y que no dimito”.
Además expresó que espera que Rusia no haya organizado la sublevación que llevó a la disolución de su gobierno.
El gobierno interino dirigido por Rosa Otunbayeva, tras ser designada por un comité de líderes de la oposición, declaró que “el poder está bajo control del gobierno provisional”.