El puente sobre el río San Pedro sería uno de los afectados en una erupción. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Un aspecto que está tomado en cuenta en los planes de contingencia elaborados en el cantón Rumiñahui, por la activación del volcán Cotopaxi, abarca los puentes vehiculares.
Estas infraestructuras se afectarían por el paso de los lahares. Flujos de lodo, rocas y otros materiales alcanzarían las cuencas de los ríos Pita, Santa Clara y San Pedro, lo que generaría una afectación en estas estructuras.
Esta situación obligará a tomar medidas de prevención como la restricción de la circulación vehicular y, en algunos casos, peatonal.
Según datos del Municipio de Rumiñahui, se prevé que 16 puentes serían afectados: 10 están sobre el río Santa Clara; cuatro, en el río Pita y dos, en el San Pedro.
Pero se deja en claro que la afectación dependerá de la magnitud. Hay 31 estructuras en la zona de influencia.
De los 16 puentes vehiculares, uno conecta directamente a Los Chillos con Quito. Está sobre el río San Pedro, al extremo oriental de la autopista General Rumiñahui (al ingreso de San Rafael).
Esta es una de las estructuras principales de conexión ya que, a diario, circula por ahí un promedio de 70 000 vehículos.
Si los lahares llegaran a inhabilitar el puente existen opciones para conectarse con Quito y que estarían disponibles según las circunstancias.
Una de esas alternativas es usar la conocida antigua vía a Conocoto. Desde ella se puede conectar con arterias de desfogue como la Princesa Toa, más conocida como la nueva vía a Ontaneda, que une esta parroquia con el barrio de La Argelia, en el sur.
Desde aquí se puede tomar la avenida Simón Bolívar, que bordea toda la parte oriental de la capital y tiene diferentes conexiones con el sur, centro-norte y norte de la ciudad y del cantón.
Otro de los puentes de importancia es el que está sobre el río Pita, en el sector de San Gabriel, cerca de El Triángulo. Está sobre la avenida Ilaló. Por esta arteria pasan unos 7 000 automotores a diario. Une localidades del cantón Rumiñahui con parroquias rurales de Quito como Alangasí, La Merced, Tumbaco y Cumbayá, por medio de la Intervalles.
En general, como alternativa de movilización, para salir de Los Chillos, aparte de la antigua vía a Conocoto, se contempla el uso de la E35, que conecta El Colibrí con El Quinche; desde ahí se puede retornar hacia Quito o avanzar hacia las provincias de Imbabura o Carchi.
Luis López, comerciante que tiene su negocio en San Rafael, cerca del río Pita, manifiesta su preocupación por la cercanía y el estado del puente que se encuentra a unos 100 metros.
A más de preocuparle lo que ocurrirá con esta estructura, de producirse los lahares, él se refiere al tema de la movilidad.
“Es necesario que tengamos más información sobre las rutas de evacuación. Me preocupa que si los puentes se van, nos quedemos incomunicados”.
Alejandra Loya, quien tiene su casa y su negocio cerca del río Santa Clara, también en San Rafael, dijo que es necesario que les indiquen cuáles son las vías de evacuación y cómo ir a un sitio seguro.
“Queremos una información más oportuna y efectiva”. Su preocupación gira en torno a que hay puentes que se considera están en riesgo, pero al mismo tiempo están contemplados como rutas de evacuación. Además, se pregunta: ¿Cómo se rehabilitarían estas infraestructuras que conectan a los diferentes barrios y sectores del cantón?
Como ejemplo, señala el puente ubicado en la avenida San Luis o el de la Isla Isabela.
Diego Trujillo, director de Gestión de Riesgos de Rumiñahui, explicó que el plan de contingencia para este tema se basa en no permitir el paso por los puentes que se encuentran en sitios de riesgo. Se lo hace para velar por la seguridad de los pobladores.
La restricción no se la haría en caso de los puentes que, además, servirían de rutas de evacuación.
El plan de contingencia después del evento incluye la adquisición de puentes armables. Actualmente, la mesa de Seguridad (conformada por el COE cantonal) hizo la gestión ante las Fuerzas Armadas para que proporcionen estas estructuras.
Estos puentes son de 50 metros y serían de dos carriles. Así, según el funcionario, se podrían habilitar las vías para que los pobladores puedan movilizarse; pero, principalmente, los vehículos de rescate o ayuda. El director de Riesgos deja en claro que estas estructuras no se colocarán en todos los cruces afectados.
La decisión de los lugares dependerá de una evaluación que se realice luego del evento. Se tomará en cuenta, por ejemplo, qué grado de daño tendrían y la importancia que tengan en cuanto a conectividad. Este es un tema que se lo sigue trabajando a nivel del COE cantonal.
Paralelamente, se trabaja en la capacitación de la población a la que se le recomienda, y recuerda que la evacuación se la realizará a pie, para evitar contratiempos y permitir que se cumpla con los tiempos hacia los puntos de encuentro.