Duterte reta a la ONU, la UE y EE.UU. a que retiren su ayuda económica

El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte en Filipinas. Foto: EFE

El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte en Filipinas. Foto: EFE

El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte en Filipinas. Foto: EFE

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, retó el jueves 6 de octubre del 2016 a la ONU, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos a que retiren la ayuda económica que destinan a su país, en una más de las salidas de tono que están caracterizando su mandato desde que comenzó hace tres meses.

"No espero que (las organizaciones de) derechos humanos, ni que (Barack) Obama, ni que la UE me entiendan. Si creéis que es momento de retirar vuestra asistencia, no voy a mendigar", dijo Duterte en un discurso televisado ante miembros de la Policía en la ciudad de Butuan, en la sureña isla de Mindano.

"Llevaos vuestro dinero a otra parte. Sobreviviremos como nación", afirmó Duterte, quien aseguró que nunca comprometerá la dignidad del pueblo filipino.

La controversia entre el presidente filipino y EE.UU., la ONU y la UE proviene de las críticas que ha recibido la guerra de Duterte contra las drogas por las violaciones de los derechos humanos que supuestamente ha cometido.

De los cerca de 3.700 supuestos delincuentes y drogadictos muertos en Filipinas desde que empezó la campaña, el 30 de junio, el día de la investidura, 1.500 fallecieron en operaciones policiales y el resto a manos de grupos de vigilantes.

El mandatario filipino advirtió hoy de que podría haber cuatro millones de adictos a las drogas en el país para finales de año, un millón más de la cifra que había manejado hasta la fecha.

Duterte reiteró la orden a los cuerpos de seguridad de disparar a los narcotraficantes o drogadictos que resistan el arresto.

"No permitiré que ni un solo policía vaya a la cárcel por esta campaña antidrogas", dijo Duterte, quien prometió durante la campaña electoral que acabaría con el problema del crimen y los estupefacientes en Filipinas en sus seis primeros meses de gobierno.

El mandatario, de 72 años, admitió en septiembre que igual iba a necesitar más tiempo para cumplir su promesa.

Pese a los exabruptos y el daño que sus comentarios causan a las relaciones con Estados Unidos, la ONU y la UE, Duterte cuenta con un índice de aprobación entre los filipinos del 76 por ciento.

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