Londres. DPA
Es probable que Robin Gibb no esté del mejor humor para celebrar su 60 cumpleaños. Su vida sentimental está pasando por un mal momento, sobre todo desde el nacimiento de su hija de una relación extramatrimonial.
La tristeza ensombrece ese día del calendario desde que en 2003 falleció su hermano gemelo Maurice de un infarto. En los sesenta, ambos formaron junto con su hermano Barry el exitoso trío Bee Gees, cuyos inolvidables hits como Saturday night forever o Stayin’ alive aún suenan en clubes y emisoras de radio. “Da igual el éxito que uno tenga y el dinero que gane, al final del día, uno está siempre solo”, afirmó alguna vez.
En su caso, el dinero no da la felicidad: “No sé lo que es la suerte”, confesó. Es posible que al decir eso pensara también en su hermano menor, Andrew -Robin era el mediano de cinco hermanos-. El benjamín de los Gibb falleció a los 30 años de un fallo cardíaco. Las drogas y el alcohol también le habían pasado factura; un problema del que Robin tampoco se libró. Este sensible y delgado ‘hippie’ con sus míticas gafas de cristales tintados de azul se convirtió en la atracción de los Brothers Gibb, que en inglés se abrevió como Bee Gees.
El trío vendió más de 200 millones de discos y sus temas fueron interpretados unas 6 500 veces por otros artistas (los últimos fueron Take That con su versión de How deep is your love). Aunque a Gibb no le entusiasma este tipo de grupos. El éxito de su banda no hace que el cantante se enorgullezca. “En aquel momento nos habría gustado enfundarnos en un traje blanco con cadenitas doradas y prender fuego a todo”, dijeron una vez los hermano sobre su debut.
Más tarde, Robin quiso dedicarse a su carrera en solitario por librarse de la sombra de sus guapos y barbudos hermanos. Pero su primer intento, en 1970, fue un aterrizaje forzoso que no logró el éxito hasta mediados de los ochenta. Tras la muerte de Maurice, la banda que ganó nueve Grammys pasó a la historia. Sin embargo, hace unas semanas Robin anunció, en la retransmisión de un juego de cricket, que los Bee Gees volverían como dúo. Robin es compositor y es doctor honorífico de Música en la U. de Manchester.
Él fue quien compuso la mayoría de números 1 de las listas británicas. Un adicto al trabajo: “Cuando tuve que elegir entre ir de fiesta o al estudio, fui al estudio. Y cuando tuve que elegir entre estar con una mujer e ir al estudio, también fui al estudio. Aunque a veces me llevé a la mujer. Eso sí, ésta debía saber esperar a que terminara con la música”.
Gibb se vanagloria de haber tenido más de 100 amantes. Su segunda esposa dice ser ex sacerdotisa y pertenece a una secta hindú. “Mi mujer Dwina es la primera druida mujer desde hace más de 300 años”, dijo Gibb. Aunque la pareja tiene una relación abierta, la hija extramatrimonial de Robin con una empleada del hogar 26 años menor fue demasiado para Dwina, que estalló de furia. Para Gibb, su hija es “un regalo del cielo”.