Un ritual resultado del mestizaje

Redacción Quito

El ritual indígena para conmemorar a los difuntos con comida tuvo una transformación con el mestizaje.

La  preparación de  ofrendas con uchucuta (colada de maíz negro, papa, col y achiote) y guaguas o roscas, para brindar a los muertos, fue una tradición  indígena. Según su cosmovisión, este ritual respondía a la creencia de la vida después de la muerte. Por ello, los difuntos eran enterrados con comida y con sus  objetos más preciados. La velación de los seres queridos duraba aproximadamente cinco días. 

Con la llegada de los españoles y con ellos el catolicismo a nuestro país, estas costumbres se trastocaron. La fusión entre las creencias ancestrales y la fe católica dio como resultado el cambio en la forma de preparar la bebida tradicional de la colada morada y  las guaguas; así como la manera de recordar a los muertos.

En algunas parroquias rurales del Distrito aún se conservan las costumbres ancestrales y los deudos acompañan a los difuntos en sus tumbas y comparten con ellos comida y bebida.
 
Hoy, los cementerios de la ciudad están listos para recibir a los cientos de fieles que conmemoran el Día de los Difuntos. Los arreglos florales, misas y el arreglo de las tumbas son actividades que también se han vuelto una costumbre en esta fecha.

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