Ritos aymaras para atraer las lluvias por racionamiento de agua en Bolivia

Hombres y mujeres indígenas realizaron sahumerios, consistentes en la quema de dulces, hierbas aromáticas, semillas y diferentes raíces, pidiendo al cielo que propague las lluvias. Foto: EFE

Hombres y mujeres indígenas realizaron sahumerios, consistentes en la quema de dulces, hierbas aromáticas, semillas y diferentes raíces, pidiendo al cielo que propague las lluvias. Foto: EFE

Hombres y mujeres indígenas realizaron sahumerios, consistentes en la quema de dulces, hierbas aromáticas, semillas y diferentes raíces, pidiendo al cielo que propague las lluvias. Foto: EFE

Yatiris (chamanes) y amautas (sabios) aymaras realizaron este miércoles 30 de noviembre del 2016 rituales andinos para atraer lluvias, a casi un mes de un severo racionamiento que alcanza a siete de las 10 principales ciudades de Bolivia, producto de la peor sequía de los últimos 25 años.

El 'jallupacha' es “para recibir la lluvia, para que se dé agua en todo el país”, afirmó Wilfredo Murga, miembro del Consejo Nacional de Ayllus (comunidades), quien encabezó el ritual indígena en la ciudad de El Alto, a 4 000 metros de altura y fronterizo con La Paz, sede de Gobierno.

Hombres y mujeres indígenas ataviados con multicolores vestimentas tradicionales realizaron sahumerios, consistentes en la quema de dulces, hierbas aromáticas, semillas y diferentes raíces, pidiendo al cielo que propague lluvias.

Además, Murga explicó que trajeron el recurso natural en vasijas de barro, desde lugares sagrados que se hallan en el nevado Illimani (6 400 msnm), al sur de La Paz, y de las regiones cocaleras de los Yungas, en las faldas de la Cordillera Oriental de Los Andes.

“Hemos traído la flor del agua”, explicó Murga, en referencia al agua trasladada en esos recipientes desde sus puntos religiosos hasta El Alto para la ceremonia.

Mientras realizaban rogativas a sus dioses, algunos amautas decían “jallalla, lluvia” (viva la lluvia), otros repartían agua a un centenar de indígenas en pequeñas copas de barro o rociaban el líquido sobre la cabeza de los asistentes.

Desde hace más de tres semanas, las ciudades de La Paz y El Alto, las más pobladas del país, sufren fuertes racionamientos de agua potable. El suministro por cañerías se realiza por algunas horas con intervalo de varios días, y con el insuficiente apoyo de carros cisternas.

También hay escasez de agua potable en las ciudades de Cochabamba (centro), Sucre (sureste), Tarija (sur), Potosí (suroeste) y Oruro (oeste).

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