Redacción Espectáculo
Todos querían actuar. Aunque fuese con una sola canción, las voces nacionales de los más diversos estilos, ‘looks’ y trayectoria esperaban en las carpas junto a la tarima del estadio Olímpico Atahualpa para hacerlo.
El público pudo ingresar gratuitamente a todas las localidades, pero no a la cancha de fútbol del estadio, que debía ser cuidada para no maltratar el césped.
Aunque sea de lejos, la gente disfrutó con artistas como Gustavo Herrera, Fausto Miño, Jaime Enrique Aymara, Chaucha Kings, Hipatia Balseca, Mirella Cesa, Widinson, Nataly Fabel…
El concierto pasaba de temas románticos a otros bailables precipitadamente. Eso y lo extenso del show, que empezó a las 11:00, provocó que, pese a que en ciertas horas el estadio estaba lleno, hubiera un constante flujo de fans.
Mientras unos se fueron sin ver a artistas internacionales como Maía, Ilegales o Magic Juan, otros apenas llegaban para verlos.
La cantante colombiana Maía seguramente percibió que poco a poco el público se retiraba del lugar por estar lejos del escenario.
Pese a la preocupación que genera que un artista se baje del escenario, ella lo hizo y se paró en mitad de la cancha para cantar Niña bonita. Los cadetes de la Policía (entidad organizadora del show) hicieron un círculo que cercó a la cantante. Así evitaron que un grupo reducido de gente que había ingresado a la cancha se le acercara demasiado.
Tanto ella como el resto de artistas que se presentaron hablaron sobre la importancia de la inclusión y el respeto a las personas con diferentes tipos de discapacidades. El show fue un homenaje para los campeones de Olimpiadas Especiales, quienes disfrutaron de subir con ciertos artistas para bailar con ellos en escenario, o de hacerlo en sus alrededores.
El show terminó a las 17:20, con el poquísimo público que resistió hasta el final, detrás del escenario, pero la gente de TV, músicos, directivos de la Policía y de Olimpiadas Especiales se mostraron satisfechos con la jornada.