Redacción Sierra Centroambato@elcomercio.comFabián Álvarez salió antes de las 06:00 de su casa. Con las manos en los bolsillos, caminó a paso ligero por las calles adoquinadas del centro de Riobamba. Había pocos transeúntes. Al llegar a la Plaza Roja, escuchó la música sacra que tocó la banda del Comando de Policía de Chimborazo. Luego ingresó a la iglesia La Concepción, que estaba llena de fieles. Llegó a las 06:30. Madrugó para no atrasarse a la misa solemne que se realizó a las 07:00. Eso, antes de la procesión en honor al Señor del Buen Suceso, el patrono de la ciudad, que ayer estaba adornado con flores.
Una imagen antiguaEn la iglesia de Riobamba se encuentra la imagen del Señor del Buen Suceso, que fue tallada en 1650, en el valle de Los Chillos (Quito). Representa a Jesús azotado y con la corona de espinas, antes de su crucifixión.La imagen tiene en su mano derecha un bastón, un collar y otros adornos que son de oro. Forma parte del patrimonio histórico y religioso de la capital de Chimborazo. Cada año, la procesión recorre la calle Larrea, Primera Constituyente, 10 de Agosto, Espejo, Guayaquil, Carabobo, Colón y Plaza Roja. En este último lugar se realizó ayer una misa campal, a las 18:00. Antes de la procesión se rezó la novena.
En la banca se arrodilló y rezó. “Participo en las misas desde hace 35 años. Luego cargaré las andas del Señor. Es bueno y me bendice siempre, es milagroso”, dijo. Apenas salió monseñor Víctor Corral, el obispo de Riobamba, Álvarez se puso de pie. A la homilía asistieron niños, estudiantes secundarios, madres de familia, empleados públicos, entre otros. Álvarez ayudó, el lunes, a arreglar el altar. Allí se colocaron flores blancas, lilas y rojas. Junto a Álvarez estuvo Rosa Orna. La mujer tiene un restaurante en el Mercado Lizarzaburu. Se sentó para escuchar el sermón de Corral, que duró 15 minutos. Dijo que la Semana Santa es un espacio para reflexionar y cambiar. “Jesucristo ofreció su vida por cada uno de nosotros. Recordemos eso, hermanos”. Luego caminó hasta el altar para comulgar. Durante la consagración de la hostia, la banda de la Brigada Galápagos tocó el Himno Nacional.La comerciante se arrodilló, juntó las manos y oró por 5 minutos. “Gracias al Señor estoy bien de salud”. Después de la homilía, los feligreses, poco a poco, abandonaron la iglesia. Los sacristanes retiraron las bancas para acomodar las imágenes que los devotos cargan en la procesión. Las religiosas concepcionistas, en tanto, seguían colocando adornos en la imagen. Ayer, ellas regalaron estampas y llaveros.A las 13:30 empezaron a llegar decenas de delegaciones de Licto, San Andrés, Guano, Chambo, Alausí, Penipe, Colta y de otros cantones de Chimborazo. También estuvieron devotos de Quito, Cuenca y Guayaquil. Cargaron cuadros e imágenes de la Virgen María y de Jesucristo. Las bandas de pueblo tocaron música religiosa. Los alrededores de la iglesia estuvieron llenos de devotos. Según Carlos Paula, uno de los organizadores, más de 6 000 personas participan cada año en este acto religioso de Semana Santa. Nicanor Bernal fue a la procesión en silla de ruedas. Cuando era niño, una enfermedad afectó a sus piernas. Nació en Bucay pero vive en Riobamba. Vende lotería y periódico en las calles. “Me casé hace poco. Le pedí al señor del Buen Suceso un hijo. El pedido se cumplió. Por eso vengo a agradecerle”. Raúl Vasco carga la imagen desde hace más de dos décadas. “En el 2005 tuve fuertes dolores en las articulaciones. Eso no fue impedimento para participar de la procesión. Le pedí al Señor que me cure y ahora no me duele nada. Estoy sanito”.Pasadas las 16:00 de ayer, la imagen salió de la iglesia para recorrer las calles. La concepcionista Bernardita Echeverría contó que primero salen otras imágenes y, finalmente, la del Señor del Buen Suceso. “Esto es una tradición riobambeña. Después de la procesión se realizó la misa campal, al frente de la Plaza Roja”.