Los amigos de la joven Gaby Díaz realizaron plantones permanentemente para pedir que el caso se esclareciera. Foto: Grupo Justicia para Gaby
Las investigaciones no se cierran. Aunque el pasado 16 de enero, el Tribunal Penal de Chimborazo declaró culpables a Fausto S. e Iván R. hay otros casos similares al de Gaby Díaz que aún se indagan.
Ambas personas -sentenciadas por la agresión sexual a Gaby Díaz- deberán enfrentar otros procesos por el mismo delito. De hecho, dos jóvenes más habrían sido atacadas y ahora los casos se ventilan en instancias judiciales.
El testimonio de una de ellas fue crucial en el juicio que se desarrolló en el caso de Gaby.
Ante los investigadores, la mujer relató cómo actuaban ambos procesados. En la Fiscalía de Chimborazo se guarda discreción en ambos casos para no entorpecer las investigaciones que se cumplen como parte del proceso de instrucción fiscal. Pero se conoció que la audiencia de formulación de cargos de una de las denunciantes se cumpliría en febrero.
Gaby tenía 19 años cuando debido al estrés postraumático que padeció como resultado de su agresión, decidió quitarse la vida.
Pero antes de morir, estaba empeñada en ayudar a otras mujeres que compartían su dolor. Incluso en una carta de despedida pidió a su madre continuar con esta lucha.
“Cuando mi hija estaba con vida, juntas nos dedicamos a buscar a las otras jóvenes que sabíamos que fueron agredidas por las mismas personas. Gaby quería convencerlas para unirse y juntas pedir justicia, pero eso fue una tarea difícil”, recordó en las últimas horas Jeaneth Cañizares, madre de Díaz.
Para la psicóloga educativa Catalina Zurita, el temor y la vergüenza después de una violación sexual son conductas recurrentes en las víctimas, especialmente cuando se trata de menores de edad.
El 24 de noviembre, este Diario publicó los resultados de una investigación hecha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Allí se dice que los embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y los abortos espontáneos son más frecuentes en las mujeres que reportan haber sido víctimas de violencia en algún momento de sus vidas.
Según sus estadísticas, una de cada tres mujeres experimenta durante su vida violencia física y sexual por parte de su pareja o violencia sexual por parte de alguien que no es su pareja. De aquellas, un 20% reporta haber sido víctima de abuso cuando era niña.
En el Ecuador, los datos de la encuesta sobre violencia de género del INEC recogen que seis de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia. Una de cada cuatro ha sufrido algún tipo de violencia sexual.
La psicóloga Zurita dice que “las mujeres agredidas sufren depresión y prefieren guardar silencio, esto ocurre porque la sociedad estigmatiza a las víctimas de violencia sexual. Es importante que los padres dialoguen con sus hijos y desarrollen lazos de confianza, así habrá más denuncias y menos delitos quedarán impunes”.
La campaña que se impulsó en las redes sociales nació precisamente con ese objetivo: animar a las mujeres a denunciar los ataques que sufrían. La iniciativa consiste en tomarse un ‘selfie’ (autorretrato) con un cartel en el que se muestre la leyenda #JusticiaParaGaby.
“Lamentablemente, vivimos en un mundo machista, donde una mujer es violentada y la gente responde con justificativos para el agresor. Dicen que por la forma de vestir o actuar los provocamos… Por esa indignación decidimos también luchar en las redes”, cuenta María Gracia, promotora de la iniciativa virtual que en el momento cuenta con 4 600 ‘likes’ en su página de Facebook.
Este 20 de enero, el tribunal penal de Chimborazo informará a las partes la condena que cumplirán los procesados por el caso de Gabriela Díaz. La fiscal Gabriela Carrión solicitó en el juicio la pena máxima, que según el Código Penal varía entre
12 y 16 años de prisión.
Además, Carrión presentó como pruebas varios análisis psicológicos que comprueban que la muerte de la joven fue causada por la agresión sexual. Esto, para que sea considerada como agravante en el caso.
Durante las investigaciones, los agentes dicen que en la casa de uno de los implicados (en Quito) se encontró una ‘flash memory’ y que en ese dispositivo se encontraron fotografías.
Según la Fiscalía, las imágenes muestran a una joven en estado inconsciente. Esas fotografías constituyeron una de las “pruebas irrefutables” que presentó la fiscal del caso.
Según los investigadores, las pericias comparativas requeridas de esas fotos determinaron que correspondían al día de la agresión sexual a Díaz.
“Con las pruebas de identidad humana, hechas por personal especializado de Criminalística, en Quito, se determinó que correspondían a la víctima y también a uno de los acusados”, dice la Fiscalía.
Este organismo advierte además que “en un edredón, incautado en el operativo del 30 de abril del 2014, en casa de los implicados, se encontraron rastros de fluidos del cuerpo de Gaby”. Ese dato se confirmó con las pruebas de luminol hechas por Criminalística y el análisis de ADN realizado en los laboratorios de la Fiscalía.
Otra prueba fue el estudio psicosocial que se realiza a personas del entorno social de la víctima. Es decir, con base en entrevistas a quienes estaban cerca de la víctima antes y después de su muerte.
Una de las conclusiones de los peritos que analizaron
este tipo de hechos fue que Gaby Díaz mostró una crisis de ansiedad y estrés postraumático como consecuencia del ataque sufrido.