El riesgo de suicidio sube en adolescentes ecuatorianos

La fiscal Lissete Posligua chequea el expediente de Willian, en el que consta su carta. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.

La fiscal Lissete Posligua chequea el expediente de Willian, en el que consta su carta. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.

La fiscal Lissete Posligua chequea el expediente de Willian, en el que consta su carta. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.

Los papeles garabateados con frases de odio estaban ocultos entre su ropa. Los descubrieron en noviembre del 2017 al abrir el cajón de William, mientras buscaban prendas para vestir su cadáver.

El niño, de 13 años, también usó un papel para revelar la pesadilla que vivió en un colegio público del sur de Guayaquil en donde estudiaba. Antes de ahorcarse en la sala de su casa, al regresar de clases, plasmó su desesperación en una carta.

En otra ciudad, María (nombre protegido) no dejó explicaciones escritas. Solo una retahíla de interrogantes, un papel en donde la insultaban y un vacío en su familia, que luego de tres años de su muerte busca una respuesta.

Aquella que, por ejemplo, les explicaría por qué una joven, de 17 años se ahorcó, colgada de una de las vigas de su casa. En ese espacio convivía con mamá, papá y hermano menor.

El suicidio fue el final de una cadena de episodios de acoso y violencia, que las familias de William y María comenzaron a visualizar tras sus muertes.

Esos suicidios no son hechos aislados. En el 2017 se registraron 238 en adolescentes de 11 a 19 años y en este año se reportan 105 casos. Los datos nacionales los proporcionó la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).

Según la entidad de la Policía, los problemas familiares y los sentimentales fueron los principales detonantes. Las dificultades escolares siguen en la lista. El suicidio está entre las primeras causas de muerte en adolescentes en el país. 7,2 de cada 100 000 jóvenes, de 10 a 17 años, acabaron con su vida en el 2016. El año pasado, la tasa fue de 6,4.

Además es la primera causa de muerte en mujeres y la tercera en hombres, de entre 10 y 24 años, según un estudio de Kolves & Leo, del 2017, con el que contestó el Ministerio de Salud a este Diario. Las provincias con mayor incidencia son las amazónicas y Cañar.

La familia de William empezó a reconstruir la historia de su dolorosa partida. Así entendió por qué se fugó del plantel en una ocasión y lo que hizo que más de una vez se negara a ir al colegio. “Dejó un vacío tan grande”, relata un familiar.

Una copia de la carta que dejó William reposa en un expediente en la Unidad de Personas y Garantías de la Fiscalía del Guayas. Está archivada en medio de las versiones de sus padres y el parte de defunción.

En diciembre del 2017 empezó una investigación por muerte violenta, que detectó indicios de hostigamiento escolar. En la carta, William dice que estaba acorralado porque lo acusan de robar la navaja.

Recientemente, el caso se reabrió de oficio bajo el presunto delito de odio. La exfiscal del Guayas, Patricia Morejón, hizo el pedido tras enterarse de su muerte durante una visita a la casa de los padres de Brithany, la niña que murió a los 11 años, tras un supuesto ataque de compañeros de clase. William estudiaba en ese colegio.

El sentimiento de desesperación que vivió el chico también lo sufría María. Su madre halló unas hojas con insultos a la integridad de su hija. Ahora deduce que eso le generó un rechazo al colegio, por lo que decidió dejar de asistir a clases. “Tenía una depresión fuerte”, anotó una allegada.

Por eso fue medicada. Pero no continuó con el tratamiento. Un año después y tras regresar al colegio su vida se apagó. Y con ella la de su familia.

La exposición a factores estresantes, violencia en el hogar, indiferencia o maltrato de los padres, pérdida de un amigo, el bullying o acoso escolar, un accidente o enfermedad de un cercano aumentan el riesgo de suicidios en adolescentes. Lo dice el Ministerio de Salud.

Si el adolescente no cuenta con herramientas psicológicas para encarar esos acontecimientos y responde con depresión y crisis existencial, el riesgo es alto. Por eso -detallan desde la Cartera- se requiere trabajar en prevención de abuso sexual, violencia intrafamiliar y bullying y en fortalecer su resiliencia ante sufrimientos como rupturas amorosas.

Los ministerios de Salud, Educación e Inclusión Económica y Social elaboran un Plan Nacional de Prevención del Suicidio. Se basan en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Con el plan buscan promover intervenciones en las instituciones educativas y selectivas, para grupos de riesgo. Eso a través de seguimiento, con apoyo de profesionales.

La familia de William es de Riobamba. Unos insultos se referían a su origen. El pequeño nunca negó sus raíces; en la carta pide que sus cenizas sean esparcidas en el Chimborazo.

El artículo 177 del Código Orgánico Integral Penal pena con prisión de 22 a 27 años a quien cause la muerte de otra por violencia física o psicológica generada por odio por su nacionalidad, sexo, edad, etnia…

La cadena de hostigamiento quedó registrada en el Departamento de Consejería Estudiantil del plantel. Los elaboraron mucho antes de la muerte, pero los padres aseguran que no fueron alertados.

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