El rey Felipe VI de España prohíbe trabajar a toda la familia real

El rey Juan Carlos (izq.), la princesa de Asturias, Leonor y el rey  Felipe VI en el  balcón central del Palacio de Oriente. Foto: Gerard Julien / AFP

El rey Juan Carlos (izq.), la princesa de Asturias, Leonor y el rey Felipe VI en el balcón central del Palacio de Oriente. Foto: Gerard Julien / AFP

El rey Juan Carlos (izq.), la princesa de Asturias, Leonor y el rey Felipe VI en el balcón central del Palacio de Oriente. Foto: Gerard Julien / AFP

El rey Felipe VI prohibió trabajar en el sector privado a todos los miembros de la familia real española, un nuevo paso en el proceso de cambios que inició en la institución monárquica al suceder el 19 junio a su padre, Juan Carlos I.

"Los miembros de la familia real solamente podrán desarrollar, con carácter de exclusividad, actividades de naturaleza institucional", informaron hoy fuentes de la casa real española.

Ni los reyes Juan Carlos y Sofía ni la reina Leitizia, ni sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, podrán tener un trabajo más allá de la actividad remunerada que desarrollan como representantes de la Corona española.

Esta decisión del monarca, de 46 años, se interpreta en España como una respuesta al caso de corrupción en el que está imputada su hermana la infanta Cristina y en el que el que su yerno tiene el papel protagonista.

Iñaki Urdangarin está acusado de haberse apropiado de seis millones de euros de dinero público junto a su ex socio cuando ambos estaban al frente de una organización supuestamente sin ánimo de lucro.

A Cristina, el juez le imputa dos delitos fiscales y uno de blanqueo de dinero, cometidos supuestamente al ayudar a su marido. La infanta y Urdangarin están apartados de la agenda oficial de la casa real española desde finales de 2011.

Con la proclamación de Felipe VI como rey, tanto ella como la otra hermana del monarca, la infanta Elena, dejaron de formar parte de la familia real, que se compone de los reyes, sus hijas y los padres del rey.

Además, el monarca decidió someter las cuentas de la Corona a la Intervención General del Estado, a modo de auditoría externa, una medida que otras casas reales europeas impusieron ya antes.

Esas cuentas son auditadas ya desde 2007, cuando el rey Juan Carlos creó un cargo de interventor para el control de la gestión económica, financiera, presupuestaria y contable, pero la auditoría es interna.

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