Las embarcaciones de tráfico internacional ya pagaban el precio del diésel sin subsidio. Foto: Cortesía de la Cámara Marítima del Ecuador
El retiro del subsidio al fuel oil (residuo de petróleo o búnker) para uso comercial e industrial, que se aprobó mediante Decreto 799 el pasado 15 de octubre, impactará en sectores del negocio naviero como el de los barcos para ‘bunkereo’, es decir, los que transportan y venden combustible a otras embarcaciones.
De acuerdo con el último Balance Energético Nacional presentado en el 2013 por el Ministerio de Sectores Estratégicos, la demanda de fuel oil anual es de 676 millones de galones.
Juan Jurado, presidente de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae), explica que las embarcaciones de tráfico internacional, que transportan la mercadería importada o la que exporta el país, ya pagaban el precio del diésel sin subsidio antes del decreto.
Los que pierden el subsidio son los barcos del sector naviero nacional. Es decir, los 25 barcos tanqueros que se dedican a entregar combustible a naves internacionales o que prestan servicios de cabotaje a Petroecuador, además de los buques cargueros que van a Galápagos”, explica Jurado.
Los habitantes de las Islas Galápagos se abastecen de alimentos, víveres y otras provisiones que llegan desde el continente en buques y gabarras. Estas embarcaciones llegan a Puerto Baquerizo (San Cristóbal), Puerto Ayora (Santa Cruz), Puerto Villamil (Isabela) y Puerto Velasco Ibarra (Floreana).
Según Jurado, el incremento en el precio del fuel oil que utilizan los barcos pudiera incidir en los costos de los alimentos que llegan a las islas.
Javier Égüez, analista en hidrocarburos y representante de la empresa Corpetrolsa, añade que aunque los barcos de comercio exterior pagan precios internacionales, el combustible en Ecuador sería menos competitivo que en Perú y Panamá.
En el Decreto 799 se establece que el precio a nivel de terminal y depósitos de los combustibles marinos destinados al tráfico naviero nacional e internacional será determinado por Petroecuador con base en el costo promedio ponderado; más los costos de transporte, almacenamiento, comercialización; y un margen que podrá definir la empresa pública y los tributos que fueren aplicables.
Los portacontenedores, los depósitos de contenedores y las terminales portuarias funcionan con diésel y se verán afectados por el retiro del subsidio”, explica Jurado.
Estos incrementos en la cadena de abastecimiento -según los analistas- sería que el combustible se encarezca en puertos ecuatorianos, por lo que los barcos de comercio internacional optarían por abastecerse en otros puertos.
Para Égüez, con el retiro del subsidio a los barcos de ‘bunkereo’ y el cálculo que se establece en el Decreto 799, el combustible se incrementa en casi USD 1 por galón. “En el artículo 4 se establece que Petroecuador determinará los precios y el combustible de Ecuador queda con precios fuera de competencia frente a Perú y Panamá”. Égüez calcula que el costo de operaciones sube hasta en un 7% para los barcos con los que se transporta el combustible.
El decreto también determina que los barcos pesqueros y camaroneros, que enfrentaron este año la caída de precios en el mercado internacional, conservan el subsidio al combustible. Pero las industrias procesadoras de estos productos sí pierden el subsidio.
César Rohón, expresidente de la Cámara de Pesquería, explicó que el precio del búnker casi se duplica sin subsidio. “El alza puede tener una incidencia de 10% por lo menos en el precio final del producto. El búnker se utiliza mucho para los calderos que dan el vapor para cocinar los enlatados como el atún y la sardina”.
Las pequeñas industrias usan por lo menos unos 20 000 galones al mes, indicó Rohón, mientras que las más grandes llegan a consumir unos 90 000.
Para Roberto Aguirre, presidente ejecutivo de Nirsa (Atún Real), el impacto será grande. “En el mercado internacional (el incremento del búnker) no es un costo que se pueda traspasar al precio final, porque hay un precio establecido con reglas claras y eso no puede variar”. Aguirre cree que la industria nacional tendrá que pasar al consumidor el precio de lo que representaba el subsidio del combustible.
En contexto
Diésel, gasolinas y fuel oil para uso comercial e industrial ya no cuentan con subsidio del Estado. El retiro de esta subvención significará un ahorro para el Fisco cercano a USD 300 millones anuales, de acuerdo con los registros del Ministerio de Hidrocarburos.