Republicanos proponen vía a la ciudadanía para los jóvenes indocumentados de EE.UU.

Migrantes indocumentados en Estados Unidos han protagonizado distintas marchas para protestar contra las políticas migratorias de Donald Trump. Foto: AFP

Migrantes indocumentados en Estados Unidos han protagonizado distintas marchas para protestar contra las políticas migratorias de Donald Trump. Foto: AFP

Migrantes indocumentados en Estados Unidos han protagonizado distintas marchas para protestar contra las políticas migratorias de Donald Trump. Foto: AFP

Al menos diez congresistas republicanos han presentado un proyecto de ley en la Cámara de Representantes de EE.UU. para ofrecer una vía hacia la ciudadanía a los jóvenes indocumentados que llegaron al país con 16 años o menos y antes de enero de 2012.

"Reconociendo a los niños de Estados Unidos" (RAC, por su sigla en inglés) es una iniciativa de los legisladores Carlos Curbelo (Florida) y Mike Coffman (Colorado), que busca "dar un estatus legal a los inmigrantes indocumentados traídos de niños a EE.UU.", informó hoy 10 de marzo del 2017 en un comunicado la oficina de Coffman.

Los dos congresistas, para quienes el voto latino es clave en sus distritos, ya presentaron esta medida en junio del año pasado pero vuelven a intentarlo ahora a la vista de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, no ha tocado el programa DACA dentro de sus duras órdenes ejecutivas sobre inmigración.

El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), fue promulgado por decreto en 2012 por el expresidente Barack Obama (2009-2017) y ha servido para frenar la deportación de 750 000 jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.

Trump ha reconocido que abordar la situación de estos jóvenes "es uno de los temas más difíciles" y ha prometido encararlo "con corazón".

El proyecto de ley republicano ofrece tres vías para que estos jóvenes, una vez tengan la aprobación del Departamento de Seguridad Nacional para iniciar el proceso, puedan permanecer en el país, obtener una residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía.

Para obtener un estatus legal permanente de cinco años, los jóvenes tendrían que haber llegado a EE.UU. con 16 años o menos, estar en el país desde el 1 de enero de 2012 y optar por uno de los tres caminos: la educación superior, las Fuerzas Armadas o trabajar con autorización del Gobierno.

De cumplir con sus obligaciones en esas tres vías, podrían solicitar un estatus legal permanente de cinco años. "Tenemos que hacer lo correcto, dejar el partidismo a un lado y, como tenemos que hacer también con la salud, hacer lo correcto para estos jóvenes que, en mi opinión, ya son estadounidenses. Solo tenemos que reconocerlo", dijo hoy Curbelo en declaraciones a CNN.

El legislador de origen cubano aseguró que hay un "consenso creciente" dentro del Partido Republicano para dar a estos jóvenes indocumentados un camino hacia la ciudadanía.

"Niños de tres, cuatro o cinco años traídos a través de la frontera no violaron ninguna ley. Muchos de ellos solo hablan inglés. Muchos de ellos no recuerdan ni siquiera sus países de origen porque eran muy pequeños cuando llegaron", indicó el congresista.

"Es tan importante permitir que se queden legalmente en Estados Unidos los jóvenes que fueron traídos aquí siendo niños, que crecieron aquí, que fueron a la escuela aquí y que a menudo no conocen otro país", indico Coffman, según la nota de su oficina.

Los legisladores que copatrocinan la ley junto a Curbelo y Coffman son Jeff Denham (California), Mario Díaz-Balart (Florida), Ileana Ros-Lehtinen (Florida), Mark Amodei (Nevada), Jenniffer González Colón (Puerto Rico), Fred Upton (Michigan), David Reichert (Washington) y David G. Valadao (California).

El pasado 12 de enero el senador republicano Lindsey Graham y el demócrata Dick Durbin presentaron por segunda vez una legislación que responde al acrónimo Bridge (puente, en inglés) y busca proteger temporalmente de la deportación y dar un permiso de trabajo a jóvenes indocumentados.

A estos jóvenes se les llama "dreamers", soñadores, por el proyecto de ley estadounidense "Dream Act" (Ley de Fomento para el Progreso, la Asistencia y la Educación para Menores Extranjeros) que fracasó en el Senado en 2010.

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