El plan de ordenamiento de los vendedores informales no logra cumplir sus objetivos. En 2001, habían 8 000 comerciantes en las calles del área histórica, según registros del Cabildo. De esta cifra, 5 200 fueron reubicados en ocho centros comerciales, ubicados en el norte, centro y sur de la ciudad.
Dos años después, en 2003, el número de informales reubicados aumentó a 10 000. Se construyeron ocho centros comerciales en el sector: Hermano Miguel, El Tejar, Nuevo Amanecer, Sanguña, La Merced, Granada, Montúfar y San Martín, con cerca de 3705 locales.
Sin embargo, Carlos Castellanos, dirigente de la Federación de Comerciantes Minoristas de Pichincha (Fedecomip), considera que estos sitios no han sido la solución al problema de la venta informal y calcula que todavía hay más de 10 000 personas vendiendo en las calles.
Según Fedecomip, la crisis económica de 1999 afectó a miles de comerciantes que se quedaron con deudas, sin recursos para comprar un puesto en los mercados y volvieron a las calles.
Castellanos recuerda que el plan para la recuperación del Centro Histórico comenzó en 1998, cuando era alcalde Roque Sevilla. Desde esa época, las calles García Moreno, Chile, Venezuela; av. 24 de Mayo, la Plaza Grande, Santo Domingo… han sido escenarios de enfrentamientos entre los policías metropolitanos y los vendedores ambulantes.
Castellanos recuerda que “existía anarquismo en las calles. Había las carceleras donde encerraban a los comerciantes y se les quitaba la mercadería”.
Las peleas con los policías metropolitanos es el peor recuerdo que no puede olvidar Manuel Jerez, un vendedor de correas. Él cree que cada administración tomó la decisión de mejorar el espacio público desde hace 10 años sin respetar a la gente.
No hay una cifra oficial. Pero se calcula que son más de 300 organizaciones de informales que todavía siguen ocupando sitios como La Marín, El Pintado, La Michelena, entre otras.