Washington. AFP y Reuters
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó la compra de una prisión de máxima seguridad en el estado de Illinois (norte). Al centro de reclusión serán llevados prisioneros de la base militar estadounidense de Guantánamo, en Cuba.
“El Presidente ordenó, con nuestro apoyo unánime, que el Gobierno Federal proceda a adquirir el centro (penitenciario) de Thomson”, indicó una carta enviada al gobernador de Illinois, Pat Quinn, y que fue firmada por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y por el secretario de Defensa, Robert Gates.
Sin embargo, Obama no tiene “ninguna intención” de liberar a los prisioneros de Guantánamo en suelo estadounidense.
No estaba claro cuántos de los 210 reclusos que aún permanecen en la base militar estadounidense en Cuba serían transferidos a la prisión de Illinois, o si estarán separados de los demás prisioneros del centro.
Gates ha informado que de los 210 detenidos, 116 son pasibles de ser liberados o extraditados a su país de origen o a terceros estados. Además, decenas de ellos deberían ser llevados ante la justicia. Juzgados demasiado peligrosos para ser liberados aunque el Gobierno no tenga pruebas contra ellos para iniciar un proceso, los otros deben permanecer encerrados indefinidamente en virtud de la Ley de Guerra.
Durante el anterior gobierno, de George W. Bush, Estados Unidos recluyó durante años en Guantánamo a centenares de prisioneros de su guerra al terrorismo, sin juicio, acusación ni acceso a abogados, en condiciones denunciadas por organismos de defensa de los derechos humanos.
El Congreso estadounidense aprobó una ley que prohíbe que los detenidos de Guantánamo sean llevados a suelo de EE.UU. a menos que vayan a ser juzgados.
Los demócratas, que controlan ambas cámaras del Congreso, están dispuestos a levantar esa restricción si la administración Obama presenta un plan aceptable para manejar a los reos.