Régimen plantea devaluación fiscal para ayudar al exportador

ot:o: ARchivo el comercio El Gobierno ha buscado acercarse al sector privado por medio del Consejo Consultivo, Productivo y Tributario.

ot:o: ARchivo el comercio El Gobierno ha buscado acercarse al sector privado por medio del Consejo Consultivo, Productivo y Tributario.

El Gobierno ha buscado acercarse al sector privado por medio del Consejo Consultivo, Productivo y Tributario. Foto: Archivo / EL COMERCIO 

El Gobierno anunció que recurrirá a la devaluación fiscal para mejorar la productividad y competitividad en las empresas, con el fin de reactivar la economía nacional.

Según el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, esta política buscará abaratar costos de producción para las empresas generadoras de empleo y de divisas para el país.

“Son medidas totalmente innovadoras, a aplicarse en una economía dolarizada que opera de una forma muy distinta a las economías convencionales (…) Todo esto, con el tino necesario para asegurar la sostenibilidad fiscal”, dijo De la Torre.

Una devaluación fiscal es una opción que se ha tomado en países como España, que no tiene moneda propia. Ese país aplicó una política similar en el 2014 para enfrentar su crisis económica y ante la imposibilidad de devaluar el euro.

Luis Espinosa Goded, catedrático de economía de la Universidad San Francisco de Quito, explica que este tipo de medidas busca el mismo efecto de una devaluación monetaria o devaluación interna: reducir los costos de producción en las empresas, ser más competitivos y así aumentar las exportaciones.

En el país ibérico, como recogió el diario El País en marzo del 2014, las medidas consistieron en rebajar los aportes sociales que pagan los empresarios y así ganar competitividad en el mercado internacional.

Con ello se buscaba generar dinamismo en las empresas para que contraten más personal y resolver el problema de los ‘parados’ o desempleados. La meta era generar 200 000 plazas al año.

Pero para compensar la reducción de ingresos por los incentivos que salían de la caja fiscal española, el Gobierno hizo una reforma tributaria que implicó subir impuestos, como el IVA a los bienes importados, lo cual buscaba impulsar la producción local.

La devaluación fiscal fue elaborada por un comité de expertos escogidos por el Ministerio de Hacienda español. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también le sugirió políticas similares.

En el caso de Ecuador, De la Torre anunció que está en análisis reducir el aporte patronal de las empleadores al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Esa parte del pago la asumiría el Fisco, con el fin de dinamizar a las compañías, aunque no explicó cómo se financiará.

“Eso sale de la caja fiscal. No importa, es una inversión que nosotros podemos manejar con recursos fiscales (...) el beneficio es muy superior al costo que pueda implicar de la caja fiscal”, dijo el Ministro, aunque no precisó el mecanismo exacto de financiamiento.

Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, comentó que la devaluación fiscal incluye revisión a los tributos: arancelarios, IVA a importaciones, etc.

Considera que esta medida beneficia al sector exportador, pero afecta a la economía doméstica, que hoy representa el 55% en el PIB.

El titular de la Cartera de Finanzas anticipó que la devaluación fiscal es parte de las medidas que se emprenderán. En agenda también están en análisis políticas para abaratar los costos de producción, que podrían estar relacionadas con tributos y que hoy se estudian en el Consejo Consultivo, Productivo y Tributario.

Del lado del empresariado y de exportadores no se conoce la propuesta y se esperan mayores detalles del Gobierno.

Iván Ontaneda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y uno de los seis representantes del sector privado en el Consejo Consultivo, señaló que la devaluación fiscal no se ha tratado en el organismo. Adelantó que no estaría de acuerdo con que las empresas dejen de aportar al IESS. “¿Y si el Estado no asume ese pago?”, añadió.

Una de las preguntas que tiene Patricio Alarcón, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Quito, es con qué recursos compensará el Fisco los montos que se destinen a los incentivos para las empresas exportadoras.

Miembros del frente económico se mantienen

El presidente Lenín Moreno anunció el martes, 11 de julio del 2017, que la situación económica del país era “muy difícil” y que “no hay tal mesa servida”. Pero el Jefe de Estado mantiene en su equipo económico a exfuncionarios del correísmo que estuvieron a cargo de las políticas que llevaron a esos resultados.

El actual ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, fue asesor de la Gerencia del Banco Central en la administración anterior, aunque ha explicado que su participación fue académica, pues estaba a cargo de publicaciones de la entidad. Diego Martínez y Patricio Rivera estuvieron al frente de las principales entidades financieras del Estado. Pasaron, en diferentes momentos, por la Junta Monetaria y Financiera, máximo organismo de control en el sector financiero; la Cartera de Finanzas; y el hoy extinto Ministerio de la Política Económica. Los tres justificaron las políticas emprendidas por el Gobierno anterior en materia de endeudamiento, inversión pública y otras.

El gobierno de Correa recibió una economía con un superávit fiscal del 2,9% y ahorros petroleros que se liberaron para inversión pública. Aunque el ministro De la Torre ha evitado hablar de una difícil situación económica, ha reconocido que hay un problema fiscal, con un déficit del 7,5% del PIB en el 2016 y que podría alcanzar una cifra similar este año. Y el desafío es conseguir en este año USD 12 500 millones en financiamiento.

Producción 

La medida que el Gobierno analiza pretende dar incentivos
a las empresas para atraer divisas. El financiamiento del plan aún no está claro.

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