El regateo por la carrera en taxi persiste en el puerto principal
EnriquE Pesantes / EL COMERCIO
En un video hecho público por Canal Uno la semana pasada, se ve a un usuario molesto porque un taxista no quiso activar el taxímetro, en Guayaquil. Llamó a un vigilante de tránsito para que le de una citación.
El propio usuario grabó con su celular el momento en que el uniformado sancionaba al profesional del volante que incumplió la disposición de la Agencia Nacional de Tránsito.
Desde el pasado 11 de abril, el uso de taxímetro es obligatorio a escala nacional, una vez que concluyeron los plazos otorgados desde el 2013.
La Ley establece una multa de USD 51 y la reducción de 4,5 puntos en la licencia del conductor, como sanción.
Pero en Guayaquil, tanto los taxistas como los usuarios aún acostumbran negociar las carreras.
A diferencia del ciudadano que grabó la infracción del taxista, ‘Ana’ (nombre ficticio pues no quiso identificarse) dice que prefiere pactar la carrera, porque conoce cuánto se paga.
“Hace varios días iba utilizando el equipo y nos cogió un congestionamiento en la avenida Pedro Menéndez. Normalmente la carrera era de USD 4 y me salió por USD 4,75”.
Este Diario hizo el ejercicio de hacer dos recorridos. Una carrera del Reloj Público, en el Malecón, a la ciudadela La Alborada, en el norte, se pacta entre USD 3 y 3,50. Pero, con el taxímetro, costó 2,45. Luego, un viaje del centro hacia el Aeropuerto, que normalmente se negocia en USD 3, marcó 2,25.
Si bien hay taxistas que responsabilizan a los usuarios por el del no uso del taxímetro, otros como Alberto Suárez reconocen que no les es conveniente poner a correr el equipo, porque van en desventaja.
“Son como doce años que la tarifa de arranque se mantiene en USD 0,35 y las autoridades no la han revisado ni actualizado. Han subido las llantas, baterías, aceites, repuestos... todo, menos la tarifa”, señala.
Pero, además, según George Mera, presidente de la Unión de Taxistas del Guayas, las empresas que venden los dispositivos aún no han culminado la instalación de los equipos. Incluso, existen casos de vehículos que tienen instalados los taxímetros, pero no la máquina de impresión de la factura.
Esos casos se repiten en cantones como Guayaquil, Milagro, El Triunfo o El Empalme. “En Guayas hay unos 12 000 taxis legalizados de los cuales un 85% ya tiene instalado los equipos. El problema mayor se da, especialmente, en los cantones en donde hay compañeros que han pagados por los taxímetros, pero aún no se los instalan”, expresó.
Mera insiste en la necesidad de que se revise la tarifa para brindar un buen servicio. Y cuenta que, a través de la Federación Nacional y de las Uniones Provinciales de Taxistas, presentaron un proyecto sobre cuánto cuesta mantener un taxi y lo que calculan que debería incrementarse en la tarifa.
El dirigente de la fuerza amarilla afirma que se han instalado taxímetros desde hace unos 25 años en Guayaquil, pero que nunca se ha respetado su uso. “No nos oponemos a ellos. Queremos que el ciudadano se obligue a pedir que se use. Pero, para que no fracase el taxímetro, primero se deben revisar las tarifas y, segundo, se tiene que sacar de circulación a los informales. Por cada taxi regulado que va a usar taxímetro hay por lo menos cinco piratas”, sentencia.
En tanto, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) realiza operativos para que se respete su uso. Se sanciona a los que no los activen o no justifiquen con la factura que ya los han adquirido, pero aún no han podido instalarlos.
En lo que va del presente año han sido sancionados 79 taxistas en Guayas, de los cuales 75 circulaban en la ciudad de Guayaquil. Pero a la par, también se realizan controles contra los taxis informales.
Durante el 2014 han sido sancionados y retirados de circulación 663 vehículos en la provincia.
La Agendia de Tránsito, en su página www.ant.gob.ec tiene un formulario para que los usuarios puedan denunciar a los conductores de taxis que incumplen con lo dispuesto en la Ley de Tránsito.