La violencia y la discriminación son los problemas más graves que enfrentan las niñas refugiadas que viven en la frontera norte de Ecuador. Esta es la conclusión del proyecto “Cartas de niñas, Historias que traspasan fronteras”, impulsada por tres organizaciones de derechos humanos.
El programa consta de un análisis a cartas escritas por niñas que están en situación de refugio, desplazamiento forzado o pertenecen a hogares afectados por la migración.
En los escritos, las menores dicen sentir miedo. Este temor es provocado por la separación de sus familias. Según las representantes del proyecto, las niñas y niños que llegan al país huyendo de la violencia en Colombia están en condición de vulnerabilidad. “Ellos son afectados por los conflictos armados y la violencia en sus propio hogares”.
La discriminación también se visibiliza en las cartas. Allí, las niñas manifiestan, por ejemplo, que no pueden ir a las escuelas. Ellas abandonan los estudios al entrar en territorio ecuatoriano.
La problemática en este punto es por la ilegalidad en que permanecen sus familias. Existen casos en que por la apresurada salida de su país, llegan a la frontera sin papeles y solicitan refugio.
En Ecuador existen 14 000 niños, niñas y adolescentes en calidad de refugiados. En el caso de las mujeres también están expuestas al acoso sexual. Según Plan Internacional, existe violencia en este sentido y eso evita una integración estable en las ciudades donde viven las familias. El programa se desarrolló en cinco provincias.