Washington. ANSA y AFP
La reforma sanitaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, superó ayer un nuevo escollo. El Senado aprobó una votación de procedimiento que abre la puerta a la aprobación final para antes de Navidad.
La oposición republicana, contraria a esta legislación, había llegado a invocar “una intervención del cielo” par bloquear su aprobación. “Recemos para que algún senador no llegue a votar esta noche”, había dicho el republicano Tom Coburn.
Su plegaria, sin embargo, acaso provocó la mayor tormenta de nieve sobre Washington de los últimos años, pero no evitó que los senadores se presentasen en la Cámara Alta del Congreso y votasen en favor de la reforma, incluso a una hora insólita.
Los demócratas lograron así los 60 votos necesarios para hacer avanzar el proyecto destinado a dar cobertura médica a 30 millones de estadounidenses que carecen de esa asistencia.
Tras esta primera votación, la aprobación de la ley se da casi por hecho, y podría convertirse en el mejor regalo de Navidad para el Jefe de la Casa Blanca.
El Presidente saludó ayer la votación nocturna en el Senado -la primera de cuatro previstas hasta el jueves- como “una gran victoria en favor del pueblo de EE.UU.” .
La aprobación por parte del Senado, empero, no supondrá el final de la batalla, pues el texto que salga aprobado en esta Cámara tendrá que conciliarse después con el adoptado en noviembre por la Cámara de Representantes. Entre ambos textos existen profundas divergencias.
Mientras el texto aprobado por la Cámara Baja prevé la opción pública, que establece la creación una suerte de seguro sanitario público en competición con las compañías privadas, los senadores rechazaron firmemente este mecanismo. Además, existen importantes diferencias también entre los dos textos sobre la delicada cuestión del uso de fondos públicos para suministrar servicios de interrupción de embarazo a los asegurados.
El senador demócrata Ben Nelson aceptó votar la reforma solo después de que se eliminaron del texto los servicios de aborto pagados por el Gobierno Federal. El de Nelson era el voto número 60, crucial para los demócratas, y el senador logró introducir en el texto también fondos por un valor de USD 100 millones en beneficio de su estado, Nebraska.
“Será el mejor regalo de Navidad que el Congreso le haya hecho nunca al pueblo”, dijo el senador Tom Harkin.