Las personas de la tercera edad tienen beneficios en el pago de impuesto predial. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Pamela García. Redactora
El Gobierno cree que los contribuyentes de la tercera edad abusan de la normativa tributaria y quiere poner un alto.
En el proyecto de Ley de Incentivos Económicos y Prevención del Fraude Tributario, que actualmente se tramita en la Asamblea, el Ejecutivo propone una reforma que tendrá incidencia en las personas mayores de 65 años.
El proyecto hace una precisión en la Ley de Régimen Tributario. Si bien el concepto general se mantiene, las personas de la tercera edad tendrán menos opciones para que la autoridad tributaria les devuelva el valor pagado por Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Actualmente, las personas mayores de 65 años pueden acercarse al SRI, llenar un formulario y adjuntar las facturas en las que conste el IVA pagado en sus compras y recuperar ese valor, lo cual suele darse entre siete y ocho días.
Sin embargo, existe un límite para la devolución: el 12% de cinco remuneraciones básicas unificadas, según explica el SRI en su página web.
Para este año, el salario básico es de USD 340 mensuales, por lo cual el monto máximo a recuperar por IVA asciende a USD 204 mensuales.
El artículo 22 del proyecto de ley enviado por el Ejecutivo señala: “las personas adultas mayores tendrán derecho a la devolución del IVA pagado en la adquisición de bienes y servicios de primera necesidad, de uso y consumo personal, conforme las definiciones, límites, requisitos y plazos establecidos en el reglamento de esta ley. El Servicio de Rentas Internas, mediante resolución de carácter general, establecerá el procedimiento para su devolución”.
En este sentido, la reforma limita la devolución del IVA únicamente a las compras de bienes de primera necesidad.
La directora del Servicio de Rentas Internas (SRI), Ximena Amoroso, señaló que se considerarán bienes de primera necesidad aquellos rubros contemplados como gastos personales, es decir: salud, vivienda, educación, alimentación y vestimenta.
El objetivo de la reforma, dice Amoroso, es evitar el abuso en la devolución del impuesto por parte de terceros, quienes ponían facturas a nombre del beneficiario. “Por ejemplo, llegaban facturas con compras de 720 toallas cada mes y piden devolución del IVA; es obvio que no es producto de uso personal para una persona de la tercera edad”, indica Amoroso.
Para Óscar León, ingeniero jubilado de 69 años, la exoneración de impuestos para los adultos mayores ha sido positiva y por esa razón ha utilizado este beneficio para recuperar el IVA pagado en la compra de varios productos.
Sobre el proyecto del Gobierno considera que es absurda la reforma, ya que las aportaciones que ha realizado durante 50 años de trabajo deberían garantizar la devolución de estos impuestos. “Si se elimina la devolución para ciertos gastos podría perjudicarnos. Nosotros no podemos pagar de la misma manera que un joven que tiene la posibilidad de aportar”, añade León.
María G., quien se jubiló hace unos 14 años, cuenta que el personal del SRI suele revisar las facturas presentadas y rechazan algunas, normalmente porque se trata de facturas que no tienen incluido un monto por IVA, porque se trata de medicamentos. Esas facturas las utilizo luego para participar en la lotería tributaria, cuenta.
Ahora que está en trámite la reforma, esta jubilada se pregunta si una persona de la tercera edad compra, por ejemplo, un televisor, una cocina de inducción o una refrigeradora, tendrá o no derecho a la devolución del IVA pagado.
“De lo que se trata es de evitar el abuso”, señala Amoroso.
Entre enero y octubre del presente año, la autoridad tributaria ha devuelto USD 127 millones por concepto de IVA, un 21% más respecto a igual período del año pasado.
Pero este monto también incluye la devolución del IVA a los extranjeros que realizan sus compras en el país o al pagado por las aerolíneas en la compra de combustible para el transporte de carga.
También se devuelve el IVA a los operadores de turismo receptivo, a las personas con discapacidad, empresas que compren carrocerías para transporte público urbano, etc.