La Refinería de Esmeraldas operará al 50% por 14 meses

Las instalaciones del complejo refinador en Esmeraldas ya muestran trabajos mayores. Los obreros piden participar en las reparaciones cuando se paralicen algunas secciones. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Las instalaciones del complejo refinador en Esmeraldas ya muestran trabajos mayores. Los obreros piden participar en las reparaciones cuando se paralicen algunas secciones. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Las instalaciones del complejo refinador en Esmeraldas ya muestran trabajos mayores. Los obreros piden participar en las reparaciones cuando se paralicen algunas secciones. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Al interior de la Refinería de Esmeraldas hubo mucho movimiento desde el jueves pasado. Todo apuntaba al paro programado que empezaría el fin de semana, dentro del proceso de rehabilitación del complejo industrial más grande del país.

Según datos de la estatal Petroecuador, la repotenciación de la planta empezará con la intervención de las unidades no Catalítica 1 y la de Craqueo Catalítico Fluidizado (FCC). Esta unidad se encarga de producir gas licuado de petróleo o gas de uso doméstico y las naftas (gasolinas) de alto octano.

La FCC es conocida como el corazón de la planta y es la que llevará el mayor tiempo para el cambio del reactor y del regenerador. Junto a la planta se ha construido la base sobre la cual se montará la grúa para levantar los pesados aparatos.

El objetivo principal de los cambios es optimizar la capacidad de refinación y llevarla a procesar 110 000 barriles de petróleo diarios para los que fue diseñada. Debido a distintos problemas, la planta construida en 1974 opera entre un 75% y 85% de su capacidad.

Los trabajos programados durarán 13 meses y 22 días, por lo que el proceso de rehabilitación se hará por etapas.
Es decir que la planta no se paralizará completamente con excepción de un período de 45 días que correrá del 1 de octubre al 15 de noviembre de este año. El resto del tiempo operará al 50% de su capacidad.

Dos consecuencias se esperan de la interrupción de actividades en el complejo industrial. En primer lugar, el país tendrá disponibles para exportar 14 millones de barriles de crudo que no serán refinados. Pero además tendrá que importar un volumen similar en gasolinas, jet fuel y gas licuado de petróleo que no producirá la Refinería durante su parada.

Como los productos limpios son más costosos que el petróleo crudo, en años pasados Petroecuador estimó que tendrá un saldo en contra de entre USD 300 y USD 400 millones más por concepto de importaciones adicionales de derivados, pese a considerarse las exportaciones adicionales de crudo momentáneas.

Aunque la estatal no ha actualizado estas cifras, entre enero y mayo de este año, el país importó 21,5 millones de barriles de gasolinas, diésel y GLP. Es decir, 18% más de lo importado en el 2013 y 40% más que en el 2012 en el mismo período, según el Banco Central.

Pero a las erogaciones por exportaciones adicionales se debe sumar el costo propio de la rehabilitación que alcanzará los USD 980 millones, tal como lo señala la información difundida en la rendición de cuentas de este año. Es decir, cerca de un 30% más del precio que se presupuestó hasta el 2012.

Eduardo Montaño, director de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH) en Esmeraldas, dijo que la paralización no suspenderá la exportación de petróleo por el puerto de Balao, tampoco la mezcla de gasolina artesanal para abastecer a los depósitos en Esmeraldas y Pedernales. Dijo que se han tomado todas las previsiones de seguridad en el Puerto de Balao, para receptar las importaciones de combustible que se harán para atender la demanda.

El proceso de repotenciación de la Refinería empezó a finales del 2011 y está previsto que termine en el 2015.
El viernes pasado, un grupo de 200 soldadores de Esmeraldas exigía a las empresas encargadas de este proceso que se tome en cuenta la mano de obra calificada y no calificada para trabajar, puesto que se habla de un poco más de 5 000 plazas.

Mediante un comunicado, Petroecuador informó que se ha coordinado para que las unidades que no estén en mantenimiento continúen produciendo, con el fin de reducir las importaciones. La estatal insistió en que garantizará el abastecimiento normal de todos los combustibles.

Petroecuador no informó, sin embargo, si ya se ha reducido el octanaje de las gasolinas. En abril pasado, anunció en un comunicado que la ARCH había autorizado la variación en dos octanos de las gasolinas por la para de Esmeraldas durante todo el período del proceso.

El Régimen sostuvo que esta variación, de unos dos octanos, no implicaría un baja de la calidad de las gasolinas, contrario a la visión de expertos universitarios en mecánica automotriz.

Este Diario ha solicitado información sobre la paralización a Petroecuador y a los Ministerios de Sectores Estratégicos y Recursos No Renovables desde el 25 de junio pasado pero no ha tenido respuesta.

En contexto
Los trabajos de rehabilitación de la planta han sido anunciados y aplazados en varias ocasiones. Desde el 2008, la firma coreana SK ha ejecutado diversos trabajos, pero los paros programados más importantes aún no se habían concretado. Arrancó el sábado.

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