En el redondel de la Plaza Artigas la situación es más complicada, pues la carga vehicular es más pesada y no existe semaforización. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Intentar cruzar como peatón en las intersecciones que conectan con un redondel es una odisea y para los conductores representa la prueba del más fuerte.
Los peatones señalan que ni la señalética, ni semaforización que se ha colocado en intersecciones de redondeles les permite cruzar con tranquilidad.
En el redondel de El Condado se colocaron semáforos en todas las intersecciones, sin embargo los conductores suelen pasarse el rojo, sin permitir que los peatones crucen. “Tengo que atravesar este redondel todos los días para poder tomar el bus y es un peligro, porque no se respeta el semáforo y en ocasiones como el tiempo para cambiar de luz es muy largo los peatones nos cruzamos cuando podemos”, señaló Matha Vera.
En el redondel de la Plaza Artigas la situación es más complicada, pues la carga vehicular es más pesada y no existe semaforización.
Letty Estrella fue atropellada hace dos meses intentando cruzar ese redondel. “Yo me fijé que no venían carros en el sentido que yo iba a cruzar, cuando de repente solo vi un taxi que no frenó y me botó al piso”, expresó la joven.
Los peatones indican que el cruce se complica porque los conductores no colocan direccionales cuando se encuentran en un redondel y por ello no conocen qué calle van a tomar. “Cuando ponen direccional uno ya sabe a dónde se dirige ese carro y sabe si cruza o no”, comentó Estrella.
Por su parte los conductores señalan que no solo para los peatones es complicado cruzar, para ellos los redondeles representan un peligro.
Varios pitazos se escuchan a lo largo del día en los redondeles, pues en varias ocasiones los conductores escapan de chocar. “Nadie te da paso, uno tiene que botar el carro”, dijo Andrés Peña.
Según Wladimir Jiménez, ingeniero civil, los redondeles son estructuras geométricas obsoletas, que casi ya no se utilizan en ciudades más cosmopolitas, pues conflictúan el tránsito vehicular y peatonal.
“Un reemplazo de los redondeles son los intercambiadores, que son construcciones viales que cumplen casi las mismas funciones”, explicó.