Las redes sociales son otra vía para difundir pornografía

Las redes sociales son utilizadas para compartir pornografía infantil. Foto referencial: Wikicommons

Las redes sociales son utilizadas para compartir pornografía infantil. Foto referencial: Wikicommons

Las redes sociales son utilizadas para compartir pornografía infantil. Foto referencial: Wikicommons

Los gestos amables hacia Estrella eran permanentes. La retiraba del colegio, le regalaba helados, dulces y juguetes. Aún así la niña de siete años evitaba estar cerca del hermano de su padrastro. Le tenía miedo.

Dos meses después, la investigación de la Unidad de Ciberdelitos de la Policía y la Fiscalía descubrió que la pequeña era víctima de explotación sexual y que su familiar distribuía y comercializaba el material pornográfico a través de cuentas en redes sociales. Víctor Ch., de 39 años, usaba nombres falsos para intercambiar fotos de Estrella desnuda y cuando era agredida sexualmente.

En abril pasado, la Policía realizó un operativo y detuvo al sospechoso en su casa, en Conocoto, en las afueras de Quito.
La Fiscalía presentó cargos por distribución de pornografía con niños de por medio.

Este no es el único caso. Hace siete días, la Unidad Antitrata de la Policía detuvo en Guayaquil (Guayas), Piñas (El Oro) y Portoviejo (Manabí) una banda que se dedicaba a intercambiar pornografía en donde las víctimas eran adolescentes de 11 a 14 años. En tres meses de investigación se presentaron 70 víctimas.

Todas contaban que personas, a quienes tenían como amigos en la Red, les pedían fotos y que se grabaran desnudas. Para lograrlo, amenazaban a las menores e incluso ‘hackeaban’ sus cuentas. Los sospechosos también usaban perfiles falsos.
En el país, la Policía de menores (Dinapen) ha registrado cuatro casos de este tipo de delito perpetrado por Internet.

Pero en general, hasta julio pasado se reportaron 1 951 delitos contra la integridad sexual de niños y adolescentes.
Uno de los casos de pornografía por Internet se conoció en marzo pasado, cuando la Policía detuvo a Carlos I., quien laboraba como conserje de una unidad educativa de Quito.

El hombre había subido videos de una menor mientras era abusada sexualmente. El material estaba en la llamada ‘Deep Web’ o web profunda.

Este es un espacio de la Red en donde el acceso es camuflado y limitado y en donde las mafias del crimen comercializan con drogas, divulgan videos de asesinatos, pornografía con niños, etc.

En este caso, la Policía encontró fotografías de una menor de aproximadamente 11 años y otras imágenes que eran intercambiadas en redes sociales de pedófilos. A estas fotos solo ciertas personas tienen acceso.

Tras analizar las fotografías, la Policía dio con el conserje.
En ambos casos, los sospechosos usaban regalos y se ganaban la confianza de las niñas para luego abusar de ellas. Luego las amenazaban o golpeaban para que accedieran a ser fotografiadas o filmadas sin ropa.

La ONU alertó el año pasado sobre el incremento a escala mundial de estos delitos a través de Internet. En su informe señaló que entre 2011 y 2012 hubo un aumento del 70% en el material de abuso sexual centrado en niñas menores de 10 años y dijo que se trata de material, “no poco común”, de abusos involucrando a niños muy pequeños y a bebés.

Max Mac-Namara, jefe de la oficina de la Interpol para delitos contra menores de edad, habló con EL COMERCIO Y dijo que la red se ha convertido en una “mina de oro para depredadores o pedófilos”.

Este experto reconoce que el uso de las últimas tecnologías hace que los responsables sean más difíciles de detectar.

Por ejemplo, usan archivos informáticos que desaparecen una vez vistos o utilizan sofisticados sistemas de almacenamiento remoto de datos.

Luego de ser detenido Víctor Ch., los agentes rescataron a sus dos sobrinas, Estrella y su hermana de dos años, quienes vivían en la misma casa. En la vivienda se hallaron computadoras, una cámara de video...

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