AFP y Red. Sociedad
La financiación de la lucha contra el cambio climático centró ayer la atención de la Cumbre Mundial de Cambio Climático en Copenhague. Los países europeos barajaron una ayuda para las naciones en desarrollo de casi USD 10 000 millones. Brasil juzgó de insuficiente la ayuda “sin dinero, no habrá acuerdo”, dijo su embajador, Sergio Serra.
Esas polémicas surgieron al día siguiente de que Tuvalu, un pequeño archipiélago del Pacífico sur, se hiciera portavoz de los países más pobres y amenazados por el cambio climático. Exigen que países como China, India y Brasil también acepten metas de reducción de sus emisiones de CO2, al igual que los industrializados.
Los países emergentes quieren que los industrializados fijen una meta de reducción del 40%.
El inversor George Soros presentó un plan para destinar hasta 100 000 millones de euros para ayudar a los países pobres a luchar contra el cambio climático y enfrentarse a sus impactos. El fondo estaría disponible inmediatamente y no se añadiría al déficit nacional de los países donantes.
La UE discutió en Bruselas sus propuestas y una contribución inmediata de 6 000 millones de euros a la lucha contra el cambio climático en los países pobres.
A su vez, diversas organizaciones no gubernamentales unidas en la coalición TckTckTck llamaron a una movilización mundial para el fin de semana. Esta empieza esta noche con vigilias alrededor del planeta, con el propósito de que se alcance un acuerdo ambicioso y vinculante en la Cumbre Mundial de Copenhague.
ARGENTINA
Un aumento de lluvias provocaría inundaciones en el noreste y centro del país, incluyendo Buenos Aires, y a lo largo del río Paraná. El volumen de los glaciares disminuye aceleradamente. Según un estudio de 2006, la producción hidroeléctrica del área sureña de Comahue, que hoy produce más de un cuarto de la energía hidroeléctrica del país, se reduciría en casi un tercio para la década de 2020, debido a una caída en los niveles fluviales.
BRASIL
El modelo climático del Centro Hadley advierte que un aumento de 2ºC en la temperatura global provocaría una pérdida de la selva amazónica de entre 20 y 40%, mientras que un aumento de 4ºC acabaría con el 85%. Gran parte del este de la selva amazónica brasileña podría ser reemplazada por sabana. Esta degradación de la selva traerá sequías y una menor regeneración de la selva tropical.
CHILE
Por su peculiar geografía, tiene más opciones para adaptarse al cambio climático que otros países de la región. Pero la agricultura (en especial vitivinicultura), silvicultura y energía hidroeléctrica son vulnerables a las altas temperaturas o a falta de agua. Más de la mitad del suministro energético del centro de Chile viene de la hidroeléctrica generada en tres cuencas que se reducirían por la merma de lluvias.
PARAGUAY
Este país se encuentra bajo riesgo debido a la dependencia de su economía de los productos agrícolas y la energía hidroeléctrica. El ‘boom’ de la soya promovió la deforestación, con lo cual aumenta la aridez o la desertificación de los suelos. El área de Chaco podría padecer mayores sequías que la que el mes pasado sufrió junto con zonas de Bolivia. Eso afectará sobre todo a la ganadería.