Redacción Construir
Demolición, rehabilitación, restauración y construcción producen materiales reutilizables. En los países industrializados esta práctica supera el 60%.
Todo proyecto arquitectónico o de ingeniería, ya sea que esté en construcción, demolición o rehabilitación, produce desechos que, internacionalmente, se denominan residuos de construcción y demolición (RCD).
Muchos de estos RCD son reutilizables. Aunque en el país esta práctica no es extensiva, cada vez existen más profesionales y constructoras que aprovechan este recurso en el levantamiento de nuevos proyectos y construcciones, afirma Eduardo Vallejo, constructor por más de 30 años.
“La práctica habitual ha sido su transporte y vertido en un lugar lo más próximo posible al de origen de los residuos. En algunos países (para ciertas fracciones combustibles como madera y plásticos) se ha utilizado la alternativa de la incineración”.
Luego de la demolición propiamente dicha, se extraían los materiales con cierto valor en el mercado de la reutilización o reciclado, como los metales (tuberías, conducciones…), madera (puertas y ventanas, suelos..) y algunos materiales cerámicos (tejas). ¿El resto? A los botaderos.
Hoy existe la tendencia a recuperar la mayor cantidad de RCD para dos usos: la reutilización y el reciclaje. En la primera se utilizan directamente en la nueva construcción; en el segundo, sirven para la elaboración de nuevos productos y materiales. En los países industrializados este proceso supera el 60%.
Pero ¿cómo hacer para recuperar la mayor cantidad de RCD? Primero, dice el arquitecto Walter Carrera, se efectúa una minuciosa prospección del edificio o la vivienda y se hace una valoración del potencial. Luego se analizan los obstáculos que puede tener la tarea y, finalmente, se procede a la operación.
En lo que se refiere a las tierras de excavación, los RCD se emplean como material de relleno en la misma obra o en otras cercanas. Tanto en un caso como en el otro, los costes de eliminación suelen ser nulos o insignificantes, lo que significa ahorro.
Los RCD técnicamente aprovechables se pueden clasificar de la siguiente forma:
Los materiales reutilizables más comunes son: piezas de acero estructural, maderas de calidad recuperadas en buen estado, piezas de fábricas (ladrillo, bloque, mampostería), tejas, cerámicas y tierras de excavación. La mezcla de residuos de demolición libres de impurezas puede ser directamente utilizada como material de relleno, subbases de carreteras o pavimentos.
Los materiales reciclables: más corrientes son los metales (férreos y no férreos), los plásticos y los vidrios. Estos productos pueden incorporarse al mercado del reciclado para dar lugar a similares productos que originaron el residuo.
Los materiales destinados a la fabricación de productos secundarios también son importantes. Aparte de los metales, plásticos y vidrio que, además de reciclarse se pueden destinar a este fin, se anotan los materiales pétreos, cerámicos, hormigón y pavimentos bituminosos.
La principal aplicación de estos productos es la producción de áridos que, a su vez, pueden ser destinados a fabricar hormigón o servir directamente como bases en obras de carreteras.
Una condición para la producción de áridos a partir de RCD es que estos se encuentren libres de cantidades significativas de acero, madera, vidrio, plásticos, cal, yeso… lo cual obliga a realizar una demolición selectiva y totalmente planificada.
Las fuentes principales de desechos
El tipo de actividad. Los residuos salen de los trabajos de construcción, demolición, reparación o rehabilitación. El volumen depende del área intervenida.
La clase de construcción. Se pueden anotar las viviendas, edificios residenciales, industriales, de servicios, carreteras, obras hidráulicas… La edad del inmueble determina los tipos y calidad de los materiales en los casos de demolición o reparación.
La clase de estructura. Hay viviendas antiguas, viviendas recientes, edificios industriales (fábricas, laboratorios, plantas…), edificios en construcción, consolidación o rehabilitación, obras públicas (carreteras, canalizaciones, alcantarillados…)
Componentes principales. Tierra, piedra, cascajo, mampostería, cal, teja, cerámicas, maderas, yeso, ladrillo… Hormigón, hierro, acero, teja, madera, plásticos…