Recaudación del IVA bajó, pese al 2% adicional

La venta en las tiendas disminuyó en un 30%. En el micromercado La Castellana, los clientes pasaron de 50 a 35. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La venta en las tiendas disminuyó en un 30%. En el micromercado La Castellana, los clientes pasaron de 50 a 35. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La venta en las tiendas disminuyó en un 30%. En el micromercado La Castellana, los clientes pasaron de 50 a 35. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La Ley de Solidaridad por el Terremoto, que aumentó del 12 al 14% el impuesto al valor agregado (IVA), no fue suficiente para levantar la recaudación de este tributo en julio.

El mes pasado se recaudaron por este rubro USD 386 millones (operaciones internas, incluida el alza de 2 puntos del IVA), ligeramente por debajo de lo alcanzado en igual mes del 2015 (USD 389 millones). Tampoco se alcanzó la meta de recaudaciones de este impuesto, prevista en USD 439 millones, según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI).

Sin considerar el incremento de 2 puntos de IVA, el cobro del tributo cayó 16% en julio.

La caída del IVA se registra desde agosto del año pasado. Los resultados se explican por una baja en el consumo, una realidad palpable en diferentes locales del sur de Quito.

Xiomara Cabrera, de la panadería Jerusalén, en el sector de Santa Anita, explicó que las ventas bajaron desde mayo pasado. Meses atrás tenía una ganancia de USD 500 al mes, ahora es de USD 250. “Las personas consumen menos productos en la tienda”.

En el micromercado La Castellana, en Barrionuevo, en el sur, la situación es similar. Su dueño, Antonio Cadena, explicó que la venta, por ejemplo de gaseosas, cayó porque los precios subieron por los impuestos. Antes una gaseosa de un litro y cuarto costaba en USD 1. Ahora está en USD 1,25. El número de clientes también se redujo de 50 a 35 por día.

Uno de los factores que inciden es la recesión económica. El economista Vicente Albornoz explicó que las familias tienen menos recursos en sus manos y por eso hay menos consumo, por ende, la recaudación de impuestos cae.

Para Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, la recaudación de los impuestos relacionados al consumo ha caído por el decrecimiento de la economía en este primer semestre. Pero también se afectó por el aumento de impuestos, y no solo se debe a la Ley Solidaria sino también por la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas.

Esta última Ley entró en vigencia en mayo pasado y, entre otras cosas, incrementó el impuestos a los consumos especiales (ICE) de gaseosas, cigarrillos y bebidas azucaradas. Se suma el tributo a la telefonía móvil por voz y en conjunto con voz y datos a empresas. Lo anterior aumenta los costos y origina que las empresas generen menos anticipo al impuesto a la renta, dice Alarcón.

Otro factor que influyó fue la menor demanda por parte del sector público. “El Estado era el mayor consumidor de bienes y servicios, pero se frenaron las inversiones por la caída del petróleo”, dijo Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal.

Pese a la baja en el IVA, la recaudación de impuestos de julio se incrementó en un 6,2%. Entre julio del 2015 e igual mes de este año, la recaudación pasó de USD 1 198 millones a 1 272 millones. El incremento se explica por las contribuciones solidarias a las utilidades, patrimonio, salarios, etc.

Sin embargo, ambas leyes tributarias no fueron suficientes para levantar la recaudación acumulada durante los siete primeros meses de este año.

Entre enero y julio del 2015 e igual período de este año, el cobro de impuestos cayó 8%, al pasar de USD 8 550 millones a 7 824 millones.

Ley de Incentivos, a debate

Ayer, el proyecto de Ley de Incentivos Tributarios para algunos Sectores Productivos, considerado urgente, pasó el primer debate en el pleno de la Asamblea Nacional.

Se trata de la cuarta reforma tributaria presentada por el Ejecutivo en lo que va del año.

Este proyecto, que no tiene fines recaudatorios, consta de tres partes: modificación de la base imponible del impuesto a consumos especiales (ICE) para productos importados, incentivos para las firmas que contraten seguros privados y servicios de medicina prepagada para sus empleados y una reducción de impuestos a los transportistas, quienes no considerarán el valor de sus unidades en el cálculo del anticipo al impuesto a la renta.

Relacionado con este último tema, asambleístas, tanto del oficialismo como de oposición, hicieron varias propuestas. Por ejemplo, Antonio Posso, asambleísta de Avanza, señaló que el beneficio se debe extender para todos los sectores empresariales, como un incentivo para enfrentar el año complicado que ha atravesado el sector empresarial.

De hecho, en las observaciones del informe para primer debate, los asambleístas del oficialismo recomendaron analizar la eliminación del anticipo al impuesto a la renta, pero aún no hay nada concreto.

Sobre este tema, el asambleísta por Alianza País (AP), Virgilio Hernández, dijo que “cada vez que hablamos de incentivos hablamos de costos para el Estado”. Por esta razón, dijo, es necesario mirar cuál es el costo. Se debe actuar “con absoluta responsabilidad”.

Fausto Cayambe, asambleísta por AP, señaló que esta propuesta se discutió ayer en la bancada oficialista, pero “aún no hay ninguna definición”. Según Cayambe, el tema se tratará en segundo debate.
Según el SRI, el sacrificio fiscal por estos incentivos sumará USD 63,4 millones hasta el cierre del próximo año.

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