Rafael Correa dijo que tendido eléctrico 'tendrá que pasar por una parte del Parque Cotopaxi lastimosamente'

El presidente Rafael Correa reconoció que hay quejas porque parte del tejido eléctrico debe pasar por el Parque Nacional Cotopaxi. Foto: Raúl Díaz para El Comercio

El presidente Rafael Correa reconoció que hay quejas porque parte del tejido eléctrico debe pasar por el Parque Nacional Cotopaxi. Foto: Raúl Díaz para El Comercio

Las torres de esta nueva línea tienen 50 metros de altura, cerca de 5 metros de ancho y pesan unas 30 toneladas. Foto: Raúl Díaz para El Comercio

La instalación de las torres que sostendrán una mega línea de transmisión eléctrica en una parte del Parque Nacional Cotopaxi genera preocupación entre moradores y empresarios turísticos de la zona.

Sobre el tema, el presidente de la República, Rafael Correa, reconoció que hay quejas porque parte de ese tejido eléctrico debe pasar por el Parque Nacional Cotopaxi.

El Mandatario dijo que se buscaron alternativas para no hacerlo, pero resultaban demasiado caras.

“Hacer un rodeo (del tendido eléctrico) cuesta decenas de millones de dólares. Tendrá que pasar por una parte del parque lastimosamente”, dijo Correa en el enlace ciudadano del pasado sábado 10 de septiembre de 2016.

El Mandatario explicó que tuvieron varias reuniones para hablar del tema y, pese a ello, no se pudo encontrar soluciones. “Será por el bien del país. Vamos a tener soberanía energética y exportaremos energía a otros países como Chile. Ahora lo hacemos a Colombia”.

Una línea de transmisión es como una especie de súper autopista por donde circula la energía eléctrica. Hasta el año pasado, el país solo disponía de líneas de transmisión de hasta 230 kV, pero para evacuar la energía de la mega central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair se requiere de una infraestructura de mayor potencia, de 500 kV.

El proyecto está compuesto de dos tramos. El tramo de 140 kilómetros hasta Quito está listo y fue inaugurado en enero pasado.
Una segunda fase de esta nueva línea se conectará con la estación Santa Rosa, al sur de Quito. Desde ahí bajará por la serranía hasta la subestación de Tisaleo en Tungurahua y luego cruzará la cordillera para llegar a la subestación de Chorrillo, cerca de Guayaquil.

En total, esta nueva línea tendrá 600 kilómetros. Las torres de esta nueva línea tienen 50 metros de altura, cerca de 5 metros de ancho y pesan unas 30 toneladas.

El costo total de esta línea de transmisión es de USD 670 millones y fue financiada con un crédito chino.

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