El presidente Rafael Correa ha ratificado la voluntad de Ecuador, para mediar en una posible solución de la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela. Foto: AFP
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunirán el lunes (21 de septiembre) en Quito para tratar la crisis fronteriza y diplomática entre los dos países, anunció este miércoles el mandatario ecuatoriano Rafael Correa.
“El día lunes habrá una reunión entre el presidente Juan Manuel Santos y el presidente Nicolás Maduro, en Quito, la capital del Ecuador. Son buenas noticias para América Latina”, dijo Correa en un discurso en Azogues, en el sur de Ecuador.
La reunión se concretó tras las gestiones que realizó el canciller de Quito, Ricardo Patiño, quien viajó el lunes a Caracas y Bogotá.
“El canciller (ecuatoriano) Ricardo Patiño estuvo ayer (15 de septiembre) en Colombia. Ahora se encuentra en Venezuela para ver si se concreta ya la reunión de presidentes”, señaló Correa en un encuentro con la prensa extranjera el martes.
Ecuador y Uruguay, que ejercen las presidencias pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) respectivamente, promueven desde hace varios días el acercamiento entre Colombia y Venezuela.
A la luz de esas gestiones, las cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y de la Venezuela, Delcy Rodríguez, se reunieron el sábado último en Quito para hablar sobre la crisis bilateral que deja 20 000 colombianos afectados, incluidos 1 500 deportados.
Sin embargo, el encuentro se saldó sin un acuerdo para que Santos y Maduro se reúnan y busquen bajar la tensión diplomática que desató la decisión de Caracas de cerrar puntos fronterizos el 19 de agosto.
Venezuela justificó los cierres fronterizos como una medida para combatir el paramilitarismo colombiano y el contrabando en la zona limítrofe, a raíz de un ataque a militares venezolanos que dejó tres heridos.
Desde entonces han sido deportados 1 482 colombianos y casi 20 000 han retornado por miedo a ser expulsados, según cifras de la ONU.
El gobierno de Santos denunció que enfrenta un “drama humanitario” por la arbitrariedad con la que, según sus autoridades, han actuado los militares venezolanos al propiciar el éxodo de miles de colombianos.