Rafael Correa y Richard Espinosa (izq) recorrieron el nuevo hospital de Los Ceibos. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Este jueves 30 de marzo del 2017, en el último día de la campaña presidencial, el mandatario Rafael Correa inauguró el nuevo hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Los Ceibos, en Guayaquil.
Luego de un recorrido por quirófanos, salas y consultorios, realizado la mañana de este jueves 30 de marzo del 2017, el presidente habló directamente de las votaciones de este domingo 2 de abril. Y, particularmente, se refirió a la agresión que sufrió el candidato de la alianza Creo-SUMA, Guillermo Lasso, a la salida del estadio Atahualpa, tras el partido del martes 28 Ecuador-Colombia, por las eliminatorias al Mundial Rusia 2018.
“Rechazamos toda forma de violencia, rechazamos lo que ocurrió el día martes fuera del estadio Atahualpa, en la ciudad de Quito; más aún si el candidato opositor estaba con su familia”, dijo en tono apacible. “Pero también rechazamos la hipocresía, rechazamos la doble moral”, añadió, enérgico.
El discurso de Correa fue similar al que la Secretaría de Comunicación (Secom) expuso hoy en una cadena televisada que duró seis minutos. Él habló de lo ocurrido el 19 de febrero, cuando el candidato a la vicepresidencia por Alianza País Jorge Glas acudió junto con su esposa a sufragar, en la primera vuelta, en el colegio 24 de Mayo de Quito. Entonces, se escuchó un masivo griterío en contra de Glas, propinado por personas que habían acudido a votar.
Sin embargo, según Correa, “los esperaban turbas opositoras, los agredieron con palos y piedras, escupitajos, empujones. Qué publicó cierta prensa, dónde estuvieron los reclamos (…). Ahí sí era gente de bien, entre comillas, cuestionando a un candidato”.
Correa habló desde una tarima instalada afuera del nuevo hospital del IESS, frente a médicos, enfermeras y también simpatizantes con banderines y camisetas verdes.
El Mandatario aseguró que desde hace varios años se han politizado los espectáculos públicos y que miembros del Gobierno y sus familias han sufrido ofensas. “Mi propio hijo, en el partido Ecuador-Brasil, al medio tiempo esa barras que siempre metía la derecha (…) empezaban a gritar: ‘Fuera, Correa, fuera’, en un espectáculo deportivo”, sostuvo.
Ayer (29 de marzo), Lasso denunció que su esposa María de Lourdes Alcívar y su hijo Santiago corrieron peligro a la salida del estadio de El Batán. “Al salir esta pandilla de mercenarios extranjeros, debidamente preparados para la violencia urbana en lo que llaman picnic, empezaron a darnos golpes”, indicó el postulante de Creo durante una entrevista radial.
El presidente Correa señaló que este fue un comentario racista. “Esta vez la gente enardecida respondió al unísono: ¡Fuera Lasso, fuera! Pero ya no son gente de bien, ahora sí son mercenarios, extranjeros que, supuestamente, han venido a agredir”.
Y continuó. “Ya no saben qué decir, llaman sospechosos a sencillos afros por estar con una gorra de Lenín Moreno, sentados en palco. Es decir, solo ellos, la oligarquía, pueden estar en ese palco. Cómo desprecian a nuestra gente. En realidad, son familiares de nuestros propios jugadores, la inmensa mayoría afrodescendientes”.
El Mandatario además acusó a Fausto Cobo, electo parlamentario andino por Creo-SUMA, de supuestamente incitar gestos inapropiados hacia la caravana presidencial, cuando se trasladaba al aeropuerto de Quito para viajar a Guayaquil.
“Eso es ilegal. Y está bien que sea ilegal, o ustedes quieren una sociedad donde cualquier malcriado pueda insultar al presidente, así vaya con su familia, con mujeres en el carro. Cuando se detuvo ese conductor, que cometió una infracción penal, resulta que era el chofer de Fausto Cobo. Y él estaba al lado de ese conductor, con otros dos militares retirados”, dijo.
Un hospital de USD 219 millones financiado por el IESS
Al menos la mitad de sus casi 50 minutos de intervención fueron dedicados por Correa para hablar de las elecciones presidenciales. Incluso, en una pantalla gigante, se expuso parte del plan de gobierno de Guillermo Lasso en lo referente a la salud. Según el Mandatario, un gobierno de Creo privatizaría la salud.
Al inaugurar el hospital Los Ceibos, que se levanta en un área 97 000 m2 y costó USD 219 901 438, entre construcción, equipamiento y fiscalización, afirmó que “el IESS está más saludable que nunca”.
El hospital tiene seis torres que fueron levantadas en un año y dos meses por el consorcio Sinohydro-Puentes.l Mandatario hizo un repaso de la gestión en salud en sus diez años de régimen. Dijo que han entregado 125 hospitales y centros de salud, entre nuevos y repotenciados.
Con la apertura de nuevos centros, como el de Los Ceibos, aseguró que se reducirán los costos por derivaciones a prestadores externos. “Solo una cama de cuidados intensivos por día, un hospital privado nos cobraba USD 1 800. Ahora, con las 94 camas de este hospital flamante, ahorraremos cerca de USD 16 millones anuales”.
Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, recalcó que se trata de un ‘megahospital‘ y que está 100% equipado. Explicó que el centro tiene capacidad para 600 camas, con la posibilidad de sumar 100 camas más. También cuenta con 19 quirófanos, con capacidad de expansión a 23.
Esta mañana, las autoridades recorrieron algunas áreas equipadas con tomógrafos, ecógrafos, quirófanos listos para operar, habitaciones amobladas… Enfermeras y médicos estuvieron listos en sus puestos de trabajo. También la farmacia lucía llena. Aquí, el presidente Correa bromeó con los dispensadores. “Cuidado les corren la bola, como lo hacen siempre, que solo hay paracetamol”.
La atención en consulta externa empezará mañana, como informó Espinosa. Mientras que la habilitación de otras áreas, como quirófanos y salas de parto, será paulatina y dependerá de procesos de esterilización. “Vamos prendiendo poco a poco motores hasta que se vaya llenando todo el hospital. Recorrerlo todo toma entre tres o cuatro horas”, indicó el presidente del IESS.