El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, hizo una reseña de las obras en vialidad, rebaja de impuestos, y otras acciones. Foto: Jenny Navarro/ EL COMERCIO
Las fiestas de Quito le abrieron la puerta. Y el Alcalde de Quito no perdió ninguna oportunidad. Anoche (6 de diciembre de 2014), como para cerrar una semana de acercamientos con el Gobierno, le ratificó al presidente Rafael Correa su disposición al diálogo para concretar la construcción del Metro.
En el Teatro Sucre, en el corazón de la ciudad, se desarrolló la sesión solemne por los 480 años de fundación de la capital. Allí, luego de 45 minutos de discurso, Mauricio Rodas tocó el tema, como se preveía.
Desde el pasado lunes (1 de diciembre de 2014) trató de tener un diálogo largo con el Primer Mandatario. Asistió al cambio de guardia y al almuerzo en Carondelet. No tuvo mucho tiempo. Pero dijo haber tratado brevemente sobre la situación de este proyecto.
El joven Burgomaestre también acudió a la inauguración de la nueva sede de Unasur.
Además el viernes (5 de diciembre de 2014), en la noche, le brindó la tradicional serenata al Presidente; junto con su esposa departió con los funcionarios del Régimen al ritmo de pasillos y pasacalles.
Estuvo en una entrevista en EcuadorTV y cuando le preguntaron si se veía como un amigo del Presidente, respondió que era una muestra de madurez política. Esto pese a que en una intervención pública, el presidente Correa ya criticó la propuesta municipal.
Durante los primeros minutos de la sesión, Correa y Rodas conversaron en la mesa de autoridades. Rieron. Eso se vio desde los palcos. Ambos aplaudieron cuando en el discurso de rigor, Antonio Ricaurte no solo hizo un recuento histórico sobre la fundación de la capital.
El Concejal de Vive les pidió trabajar juntos. “No les demos gusto a los mismos de siempre, que sueñan con ver al señor Alcalde en actor político de oposición”. Les sugirió mantener un entendimiento amable, respetuoso y cordial para la proyección de la capital.
El Alcalde no cambió la fórmula que usa para dirigirse a la gente. Habló sobre la diversidad de personas que habitan en la ciudad, de que eso la hace un espacio plural. Y sobre la necesidad de mantener como práctica diaria la defensa de la libertad. Esto último lo repitió en tres ocasiones.
Era el momento. Con los concejales oficialistas, los de su movimiento Suma y sus aliados de Vive, alrededor, le pidió públicamente una cita a Correa. “Quiero comprometerle a tener una reunión de trabajo y todas las que hagan falta”.
Como ya lo hizo la semana que termina hoy, le repitió la propuesta para financiar el costo de la construcción de este sistema de transporte, que trabajó el exalcalde oficialista, Augusto Barrera.
Correa lo miraba. A veces aplaudía. También dialogaba en voz baja con Gustavo Jalk, titular del Consejo de la Judicatura. Movió la cabeza, demostrando no estar de acuerdo, cuando el Alcalde una vez más presentó su plan para cubrir la brecha por el incremento del costo en la construcción del Metro. Un sistema del que no se piensa bajar, por decirlo de alguna manera.
En resumen: que el Gobierno contribuya con el saldo. También que adquiera las acciones de la Empresa Eléctrica Quito, valoradas a precio del mercado en USD 265 millones.
Dijo que la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito logró optimizaciones por USD 112 millones. El Cabildo tendría USD 377 millones.
Luego de una intervención de una hora, el Alcalde se sentó. Dio un apretón de manos al Jefe de Estado. Recibió aplausos de los asistentes.
Correa apoya al Metro
El Presidente habló una hora. Agradeció el gesto del Concejo Municipal por haber resuelto entregar condecoraciones a dos de sus ministros de Estado por su trabajo en temas de seguridad y de inclusión social en la capital: al ministro José Serrano y a la ministra Cecilia Vaca Jones.
“Ratificamos nuestro total apoyo a la construcción del Metro de Quito. No solo es viable sino necesaria”, indicó. Pero le recordó al Alcalde que se trataba de uno de sus compromisos asumidos en campaña y que en democracia había que cumplir con los planes expuestos.
Sin una intención de romper el diálogo fue claro. Otra vez, como lo hizo el miércoles (3 de diciembre de 2014) anterior en un acto público, Correa señaló por qué su equipo no acepta la propuesta de Rodas.
Que recibieron la propuesta y que conocen la brecha que existiría, admitió. Precisó que oscila entre los USD 490 y 852 millones. Pero le pidió analizar a la Municipalidad cuál fue el impacto al postergar seis meses la construcción. En su propuesta, “el Municipio no desembolsa un solo centavo adicional”, le aclaró.
Correa solicitó más información de ofertas calificadas para la construcción. Añadió que no le parecía aceptable mantener las cláusulas de confidencialidad de los multilaterales. La razón: el Gobierno contribuye con centenas de millones de dólares.
Antes de tomar decisiones necesitan datos completos. Reconoció que tienen “nuestro total apoyo, pero es una competencia municipal”. Pidió trabajar hombro con hombro. Dijo que puede haber una inversión de USD 900 millones de Qatar en el parque Bicentenario en 152 Ha (residencias, parques, negocios).