El presidente Rafael Correa habló sobre supuestos mensajes que se difunden entre las filas militares, durante su visita a Manabí este 20 de septiembre del 2016. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
El presidente Rafael Correa cree que en las filas militares se está orquestando una guerra sicológica entre los uniformados y que hay “infracciones graves” en el deber militar. En un conversatorio con medios de comunicación en Manta (Manabí), el Jefe de Estado afirmó que el “poder militar debe estar sometido al poder civil”. Y recordó que son “obedientes y no deliberantes”.
Esta aseveración la realizó luego de cuestionar la supuesta creación de cuatro comités, que entre otras cosas, toman postura en contra de las reformas que el oficialismo plantea a la seguridad social de los uniformados.
“Hay uno de guerras sicológicas, otro de la parte legal, hay cuatro equipos”, dijo Correa. El Mandatario afirmó que esos comités usan información tergiversada que luego difunden entre las filas. Afirmó que aquello no es función de la Armada y que puede “haber delito”.
“Manejan información tergiversada (…) Nadie ha hablado de la desaparición del Issfa ni de la desaparición del Régimen especial. Esto es mentira, es para asustar a los militares”, se quejó.
Correa también aseguró que a través de información de inteligencia pudo conocer que altos oficiales se refieren a él en términos no gratos. “En conversaciones hay altos oficiales que insultan al Presidente, usan palabras soeces, escriben bascosidades, etc, se está investigando todo eso y se presentará en las instancias correspondientes”, manifestó.
Correa puntualizó que hay pasquines que se están difundiendo con información falsa, y que esos “parecen panfletos de la oposición”.
Pases policiales
El presidente Rafael Correa, además, desestimó las aseveraciones que involucran a su hermana Pierina Correa y a la legisladora Rossana Alavarado en las investigaciones de pases policiales.
El Jefe de Estado afirmó que el delito es cobrar por pedir un pase y que lo que ellas han hecho es pedirlos por temas humanitarios. “Lo que tratan es desviar la atención”, anotó.
Explicó que la asambleísta pidió le cambiaran a una policía que estaba con embarazo en riesgo. Ante ello pidió al viceministro del Interior, Diego Fuentes, que reforzara al departamento de Bienestar Social de la Policía para atender “quejas valederas” de uniformados alejados de sus zonas de origen.