El Gobierno concesiona por 50 años el puerto de Posorja

Ayer, el presidente Rafael Correa y el sultán Ahmed bin Sulayem, durante la firma del contrato, en Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Ayer, el presidente Rafael Correa y el sultán Ahmed bin Sulayem, durante la firma del contrato, en Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Ayer, el presidente Rafael Correa y el sultán Ahmed bin Sulayem, durante la firma del contrato, en Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

En medio de cuestionamientos, el Gobierno firmó ayer el contrato de concesión del puerto de aguas profundas de Posorja con la empresa de Dubai DP World.

La inversión será de USD 1 200 millones y, según el presidente Rafael Correa, la empresa se encargará de la construcción, mantenimiento y operación de la obra. Asimismo, construirá una carretera entre Posorja y Playas, cruzando por El Morro.

La concesión de este puerto, que se prevé esté listo en tres años, se realizó a través de la figura de contratación directa. Esto difiere de lo realizado con los puertos Bolívar y Manta, en los que hubo concursos públicos.

Según el Código de la Producción, esta figura se aplica, entre otras razones, cuando se trata de empresas extranjeras de propiedad estatal.

Este fue el argumento que esgrimió Isabel Noboa, titular del Grupo Nobis y representante de DP World en el país, cuando se le cuestionó por el tema. “Es entre Estado y Estado. Efectivamente, 80% de DP World pertenece a Dubái. El 20% se lo puso en bolsa para instituciones privadas y, a mi parecer, algo pueden poner en bolsa para el público también”, indicó.

Esto ha sido criticado por Contecon, empresa concesionaria del Puerto de Guayaquil. Por este y otros temas dentro del contrato de concesión del Puerto a DP World, la empresa estableció una demanda ante la Superintendencia de Control de Poder del Mercado por supuesta competencia desleal.

Noboa respondió que las demandas deben manejarse jurídicamente y destacó que el Estado no tendrá que invertir “un centavo” en un puerto que, según explicó, tiene mayor profundidad que el de Nueva York, en EE.UU.

Para el mandatario Correa, con la ampliación del canal de Panamá se vuelve necesario contar con un proyecto de infraestructura que permita la llegada de buques de alto calado y con elevada capacidad de carga. De hecho, según explicó, a Posorja pueden llegar embarcaciones con capacidad para llevar más de 12 000 contenedores.

Con la construcción de esta obra habrá dos puertos en el área de Guayaquil.

El Presidente consideró que el nuevo puerto es una obra complementaria y que se fomentará una sana competencia, aunque cree que existen intereses con relación al puerto actual.

Contecon, a través de un documento remitido a este Diario en mayo pasado indicó que conoce que entre las exigencias de DP World para firmar el contrato de concesión está “impedir o limitar el dragado del canal de acceso a Guayaquil”.

Para esta empresa, una acción de este tipo “conllevaría el cierre de la actividad portuaria de la ciudad y el encarecimiento del comercio exterior ecuatoriano, con sus consiguientes efectos dañinos para la ciudad y el país, por no hablar de una situación monopólica, obligando a las líneas navieras a ingresar a los puertos por un nuevo canal cuyas consideraciones económicas y ambientales son demasiado elevadas”.

Correa reconoció ayer que los barcos de alto calado no pueden llegar al puerto de Guayaquil porque existe una restricción natural de calado de 9,75 metros. Y catalogó como un “absurdo técnico, económico y ecológico” que se haya intentado pedir al Estado que aumente de manera antinatural el canal de acceso.

Asimismo, aclaró que no permitirá ninguna exclusividad y que los barcos que entren a Guayaquil no pagarán ningún valor por el tránsito por Posorja. Solo lo harán los que atraquen en ese lugar.

Esto también fue ratificado por la representante de la concesionaria, que estará 50 años a cargo de Posorja. La firma tiene 70 terminales en 30 países y seis continentes.

El sultán Ahmed bin Sulayem, presidente del directorio de la empresa DP World, explicó que en una primera fase se tiene previsto invertir USD 500 000 y luego el resto para el proyecto, en general. En el sitio se planea desarrollar una zona de logística .
De hecho, el Gobierno anunció que en el sitio se desarrollará una Zona Especial de Desarrollo (Zede), a través de la cual se otorgará beneficios tributarios como la reducción del 5% del Impuesto a la Renta para las empresas.

Para la concesionaria, con la construcción y operación del nuevo puerto se ampliarán las conexiones a diversas partes del mundo y se impulsarán las exportaciones, particularmente de banano.
Para Eduardo Ledesma, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, esta es una noticia importante, pero considera que es necesario que se reduzca la tramitología para la exportación de la fruta.

El empresario cree que hay que ver cuál de los dos puertos es más competitivo para impulsar la exportación. Consideró que habrá posibilidad de trabajo y operación para todos los puertos. Esto último debido a que existen terminales privadas más pequeñas para la exportación de fruta. Dijo no conocer el contenido del contrato.

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