Redacción Machala
Los cortes de energía de entre dos y tres horas diarias dificultan el procesamiento del arroz en Arenillas, la mayor zona productora de la gramínea en el sur del Ecuador.
Los racionamientos dañan las máquinas utilizadas en el pilado y secado del arroz, procesos previos a la venta en los mercados. Marisol Chávez, dueña de un planta piladora en el sector
Daños de máquinas
Los apagones también dañan las máquinas secadoras, porque estas soportan sobrecargas de energía cuando el suministro llega de forma inesperada.
En Coagro se ha reportado el daño de dos motores. El arreglo de estas máquinas costó USD 1 200, según la asociación.
En Arenillas, los cortes de energía están programados entre las 09:00 y las 11:00, pero en ocasiones se prolongan una hora más fuera de lo programado.La Cuca, desembolsó USD 3 600 en la reparación de seis máquinas averiadas. “Se quemaron los dispositivos térmicos y los soportes, porque la luz se va y retorna fuera de los horarios que se anuncian; no nos da tiempo para enfriar los equipos”, menciona.
En la zona de Arenillas, los cortes están programados entre las 09:00 y las 11:00, pero en ocasiones se prolongan una hora más fuera de lo programado. “Coincide con el horario donde la tarea de pilado y de secado es más intensa”, refiere Chávez. Durante ese tiempo, ella calcula que deja de pilar 200 quintales al día.
En La Cuca se concentra el proceso de pilado de la mayor parte del arroz que se produce en Arenillas. Hasta antes de los apagones, las seis piladoras instaladas en el sector procesaban hasta 3 000 quintales diarios.
Chávez ve ahora que el arroz que le llevan los productores se acumula en las bodegas, por que las máquinas no se dan abasto.
La falta de energía eléctrica también afecta al producto. “El arroz no sale parejo”, dice Chávez. Ella explica que si el corte de energía se produce cuando el grano aún está dentro de las tolvas (embudos), este se queda trabado y es difícil sacarlo manualmente. Cuando la energía vuelve, la máquina no pila el grano de manera uniforme; eso afecta a la presentación del producto.
El proceso de secado de la gramínea sufre los mismos problemas. El arrocero Omar Hidalgo, presidente de Coagro, la mayor asociación de arroceros de El Oro, dice que por cada hora de apagones el gremio deja de secar 100 quintales de arroz. “Coagro presta el servicio de secado de arroz a nuestros 220 socios. Antes de los apagones secábamos 2 400 quintales diarios”.
Aunque la energía no es prioritaria en el trabajo dentro de los arrozales, su ausencia afecta indirectamente a los productores. Michael Ojeda, un pequeño arrocero de La Cuca, afirma que le resultan improductivas las horas que permanece en la piladora, mientras retorna la luz para secar su arroz. “Solo por la mañana podemos traer el arroz a pilar, pero si a esa hora se va la luz, nos quedamos de brazos cruzados”.
Testimonios
Mercedes Triana / Guayaquil
‘La facturación se hace de forma manual’
El regreso de los racionamientos eléctricos trajo dificultades en la Casa del Bebé, local que administro. Entre los principales problemas está que la gente evita entrar porque no puede ver la mercadería. Además, la compra se vuelve lenta porque no se pueden usar equipos electrónicos y se hace de forma manual, tanto facturas como pagos con tarjeta.
Esto se agrava porque más del 70% de nuestros compradores pagan con este medio. La situación causa malestar e impaciencia en las personas y es un trabajo adicional para los empleados. Por todos estos motivos, las ventas cayeron el 30%. Como alternativa, enviamos a nuestros clientes a los otros tres locales que poseemos en el centro de la ciudad. En nuestro local de Clemente Ballén (centro) nunca se ha ido la luz.
Existen otros problemas como los robos. Entran grupos de cuatro personas que se mezclan con los clientes y se dispersan por la tienda para sustraerse artículos. Hemos detectado robos y faltantes de mercadería con mayor frecuencia. Aquí trabajamos usualmente cinco personas. Pero desde el viernes anterior contratamos a dos personas para que se dediquen exclusivamente a la seguridad interna. Como política de la empresa, a pesar de los inconvenientes, continuamos trabajando en horario regular desde las 09:00 hasta las 19:00.
Marisol Hernández /Tulcán
‘Los pillos aprovechan los apagones’
En mi negocio de ventas de películas y música en CD estoy afectada por los permanentes cortes de luz. Cada vez que ocurren los apagones pierdo cerca de USD 15, a pesar de que tengo un generador de energía que me prestó un hermano. Este equipo no lo puedo ocupar todos los días que ocurren los racionamientos eléctricos, porque es complicado conseguir el combustible, por las restricciones que tenemos en Tulcán. Ese es otro problema que se suma a los apagones.
En estas dos últimas semanas los cortes se prolongaron más de lo programado. La gente que llega al local pregunta si puede ver la película, pero si ingresa en el momento de un apagón pierdo la venta. Cuando el corte es pasadas las 18:00, prefiero cerrar el negocio a pesar de que en ocasiones tengo el generador con combustible. La decisión es porque los delincuentes se aprovechan de la oscuridad para robar a los locales comerciales.
Hace dos años me cambié de local y tengo deudas que pensé cancelar en este mes, pero con los cortes de luz las ventas bajaron y por eso no contraté empleados. Si no fuera por mi hermano que me prestó el generador, hubiera tenido que gastar unos USD 300. Los comerciantes esperamos que estos problemas de falta de energía se solucionen para recuperar las inversiones.