Fredy Cañizares estuvo desconcertado en la mañana de ayer. El hombre, de 34 años, cuida carros en la calle Inglaterra, desde la Vancouver hasta la Mariana de Jesús, en el barrio Juan Montalvo. Este pertenece a La Carolina.
A las 08:15 un policía metropolitano se acercó a preguntarle si había adquirido las tarjetas para la implementación del sistema Zona Azul, que debía funcionar en el sector desde ayer.“No voy a comprar las tarjetas hasta que los vecinos del barrio acepten este sistema de parqueaderos, ya hubo amenazas de que no compre las tarjetas porque no servirá de nada”. Eso dijo al policía , un tanto confundido.
Ayer, la calle Inglaterra lucía llena de autos. En la vía de 12 metros de ancho no había un lugar vacío para estacionarse.
En la intersección con la calle Cuero y Caicedo se encontraba Ramiro Martínez. Él vende los uniformes de la escuela Numa Pompillo. Un vehículo de 1997 color gris se coloca todas las mañanas a la salida de esta escuela.
“Si la Zona Azul se instala me veré afectado. Tendré que subir el precio de los uniformes”.
Adrián Herrera, gerente de Terminales y Estacionamientos del Municipio, dijo que el sistema de la Zona Azul busca democratizar el uso del espacio público de una manera ordenada y segura.
Su implementación en este sector forma parte de un sistema amplio de parqueos que van desde la avenida Orellana, hasta la Naciones Unidas.
Francisco Defaz también cuida autos en la calle Inglaterra, desde la Vancouver hasta la Eloy Alfaro. Él es compañero de Cañizares y ayer tampoco tenía las tarjetas de parqueadero Zona Azul. Dijo que no las adquirió ya que él trabaja con el Sindicato de Choferes de Pichincha y los vecinos.
Defaz afirmó que estos le han manifestado que ese sistema no será instalado, por lo que las tarjetas que adquiera no le servirán.
A las 08:30, cinco policías metropolitanos, con chalecos de Zona Azul, recorrían este sector.
Según uno de ellos tenían la disposición de empezar con el control del parqueadero en la zona. Sin embargo, no pudieron cumplir con el control debido a que los encargados de cuidar los vehículos no habían adquirido las tarjetas de estacionamientos.
Darwin Salazar es miembro del Sindicato de Choferes de Pichincha. Se ubica en la calle Inglaterra y Vancouver. Él cree que al fijarse la Zona Azul, los estudiantes de la escuela de conducción serán los más afectados ya que son ellos los que ocupan los parqueaderos en horas de la mañana, de 07:00 a 10:00. Por ello rechaza el proyecto.
“Se debe estudiar un análisis del impacto en el sector antes de instalar esta medida”.
A 100 metros vive Patricia de Núñez, en la Inglaterra 546. Dijo que ella no va a permitir que se instale la Zona Azul. Se ha pintado -asegura- la línea celeste fuera de los parqueaderos de su casa y esto afecta a los vecinos que ocupan estos espacios. “De llegarse a imponer esta medida colocaremos letreros que diga: cuide sus llantas, no Zona Azul”.
José Ayala, presidente del comité del barrio Juan Montalvo, explicó que se oponen a la aplicación de esta medida. Temen que las personas que venden las tarjetas se incrementen en el sector, con lo cual gente desconocida llegará al barrio y se incrementará la delincuencia. “No ha existido un adecuado consenso”, adujo.
Para esta semana la directiva de este barrio y autoridades del Municipio mantendrán una reunión en donde se espera establecer acuerdos. Una de las opciones que propondrá Herrera es estudiar, dentro del sector, caso por caso. Dice que a las casas que tengan sus planos aprobados, hasta el 2005, se les respetará el espacio que conste en el plano.
No obstante, las casas que no cumplan este requisito deberán respetar la Zona Azul que se coloque. Mientras tanto, Cañizares y Defaz siguen cuidando los autos en su sector.