Las lágrimas son parte de la despedida de los cerca de 1 600 personas privadas de la libertad que permanecían en el expenal Garcia Moreno. Decenas de familiares de estas persona, que son trasladadas a Cotopaxi, se encuentran en los alrededores del panóptico de Quito.
La estructura edificada en la presidencia de Gabriel García, desde este miércoles 30 de abril, deja de ser la cárcel de Quito. Sin embargo, es parte de la historia de la ciudad y del barrio San Roque.
A unos pasos del ingreso a la edificación patrimonial Amparo Velasco es una de las comerciantes que lamenta la partida. Su negocio de confites y otros artículos ha sido por años parte del sustento de su familia.
Unos pasos hacia arriba, en el lugar conocido como La Cantera, los dueños de cuatro tiendas miran hacia el ingreso del penal, donde no se evidencia mayor presencia policial.
Piedad Ponce nació en San Roque. Desde los 12 años ha escuchado que el penal se va. Ahora a sus 83 años, esa noticia se hizo realidad.
Con llanto dice que el barrio se quedará vacío y a sola. “Siquiera con el penal vendía alguito”. Los familiares de los internos reciben información sobre el traslado. Muchos comentan que no les informaron de la medida.
En los alrededores, como el mercado San Roque y la calle Rocafuerte, las actividades se realizan normalmente y hay fluidez vehicular.
En el lado occidental de esta infraestructura, aún permanecen alrededor de 1000 personas en el centro de detención provisional. Se espera que alrededor de las 13:30 de este miércoles 30 de abril del 2014 se dé una rueda de prensa para informar los detalles.
Además, según fuentes del Ministerio de Justicia, en los próximos días, varios notarios realizarán un inventario de las pertenencias de los internos. Con anticipación realizarán un levantamiento de datos con las personas privadas de la libertad que son trasladados a Cotopaxi.