Luis Carranco salía el pasado miércoles, en la tarde, de una cafetería ubicada a pocos metros hacia el norte de la casa. Contó que el tránsito en esa esquina es complicado. “Hay personas que se arriman en el muro de cemento y piden dinero”.
A las 17:50 del pasado miércoles, por la av. Juan León Mera caminaban pocas personas. Muchas preferían cruzar la calle y no pasar por esa esquina.
Luisa Andrade tiene un negocio de comida en el sector. Dijo que los vecinos han tratado de contactarse con el dueño del predio. Sin embargo, no han tenido respuesta. La única información que disponen es que el propietario de la casa es extranjero y no se encuentra en el país.
Una cuadra hacia el sur, en la Veintimilla y Juan León Mera, la Policía instaló una de las ocho carpas de sitio seguro que hay en el sector. En la parte alta de la carpa está escrito el número telefónico 255 6965, al cual pueden llamar los vecinos si tienen alguna emergencia. A las 18:00, bajo la carpa, no había ningún uniformado.
El teniente coronel Andrés Benítez, responsable de la Unidad de Vigilancia de La Mariscal, comentó que en cada una de las carpas se encuentra un efectivo dispuesto a socorrer cualquier emergencia que se presente. “Si el policía acude en la ayuda de un ciudadano, es obvio que no va a estar en la carpa” , explicó.
Luis Tapia es dueño de una tienda de víveres en la Baquedano y Diego de Almagro, dos cuadras más abajo de la casa. Informó que los fines de semana el sitio se vuelve más conflictivo por la afluencia de personas que visitan esa zona. “Los asaltos y pelas callejeras son muy comunes”.
Hace un año colocó una puerta de metal con rejillas en la entrada de su negocio. A partir de las 16:00, los clientes no pueden ingresar a la tienda. Él los atiende detrás de las rejillas.
En la Juan León Mera y Veintimilla, un cerramiento de cemento y latas cubre el edificio en restauración del Cuerpo de Bomberos. En frente hay una tienda de artículos de bicicleta y montaña. Juan Carlos Freire, propietario, comentó que la semana pasada, después de vender USD 300 en accesorios para escalar montaña a un extranjero, dos hombres que deambulaban por el sector entraron a su negocio y le robaron lo recaudado. “El cliente estaba en el baño, cuando salió le siguieron. Fue muy lamentable”.
A las 18:20, por la av. Veintimilla, desde la Amazonas hasta la 12 de Octubre, los negocios se cierran. Únicamente las tiendas de víveres permanecen abiertas.
Hugo Torres, gerente de la agencia turística Ecoandes Travel, dijo que la inseguridad en el sector es patente, sobre todo por los sitios que están abandonados o en construcción. Aseguró que esos lugares son utilizados como guarida de los delincuentes.
Su empresa tiene 22 años en el barrio y contó que los turistas perciben a Quito como una ciudad peligrosa.
Los representantes del Cuerpo de Bomberos aseguraron que en el edificio se realizan trabajos de reconstrucción y parte de la responsabilidad del constructor es la guardianía. Esa fue la explicación a los vecinos.