La operación del nuevo aeropuerto de Quito generará USD 800 millones al Municipio, durante el tiempo en que dure la concesión: 35 años. Con la renegociación del contrato, impulsada por el alcalde Augusto Barrera, el Cabildo recibirá el 12% de las tasas aeroportuarias que pagan pasajeros, aerolíneas y aviones, que en total suman USD 6 666 millones.
Con la moderna infraestructura se ejecutarán estrategias para impulsar el desarrollo del sector exportador y turístico del Distrito. Estas tienen que ver con incentivos y facilidades para los usuarios de la terminal.
Para el próximo año se proyectó un incremento del 8% en la actividad turística. Según Eduardo Dousdebés, secretario metropolitano de Desarrollo y Productividad, en el 2011 llegaron a Quito 487 000 turistas extranjeros, lo que generó un ingreso de USD 271,2 millones.
Se prevé que este año termine con el arribo de 500 000 turistas. Eso generará un ingreso aproximado de USD 278,5 millones.
El funcionario explicó que los factores claves que el turista tiene en cuenta para llegar a un destino son que haya vuelos directos y el tiempo de viaje. Por esta razón, en el nuevo aeropuerto se habilitarán nuevas rutas y vuelos sin escalas hacia las ciudades de mayor demanda turística. “Se abrirán rutas directas a Nueva York, Madrid, Buenos Aires y Santiago de Chile. También se mantiene conversaciones con la aerolínea KLM para volar directo a Ámsterdam”.
Además, se buscará llegar sin escalas a Sao Paulo, México D.F., Los Ángeles y Chicago. Según un vocero de Quiport, en principio, el nuevo aeropuerto operará con las 11 aerolíneas de pasajeros y siete de carga que lo hacen en el actual Mariscal Sucre.
“Se mantienen negaciones para determinar cuáles rutas serán operadas por las mismas aerolíneas y cuáles serán con nuevas”.
Otra estrategia está dirigida a favorecer al sector exportador. Hace unas semanas, el Municipio inauguró el Comité Estratégico Logístico del Aeropuerto. Está integrado por los sectores productivos de las flores, carga, paletizadoras y aerolíneas.
Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, sostuvo que existe una gran expectativa de que el sector crezca con el funcionamiento del nuevo aeropuerto.
Sin embargo, señaló que aún hay preocupación de cómo avanzan las negociaciones con las cuatro empresas de servicios cargueros, debido a que no se concreta la operación en la nueva terminal.
Al respecto, en agosto pasado, el presidente de Quiport, Philippe Baril, aseguró que ninguna de las cuatro empresas de servicios cargueros que operarán en el actual aeropuerto ha comunicado su intención de suspenderlo.
El propósito del Comité es el traslado organizado de toda la cadena de los principales exportadores y trabajar en la cadena de valor de la flor para reducir los costos y hacerla más competitiva.
Dousdebés explicó que con esas medidas se buscará que el resultado sea más rentable para el exportador y el comprador.
“El sector florícola tiene un crecimiento del 11,7% anual. Se estima que suba al 15% cuando se inicien las operaciones en el nuevo aeropuerto”, añadió.
Marco Subía, presidente de la Asociación de Representantes de las Líneas Aéreas Ecuatorianas (Arlae), comentó que para una buena operación de vuelos de carga y pasajeros debe haber coordinación y condiciones adecuadas. “Es necesario contar con las condiciones óptimas para garantizar la seguridad de las aeronaves, pasajeros y de la carga”. Lo dijo haciendo referencia al estado de las vías que conectarán a las zonas productivas con la nueva terminal aérea.
El compromiso del Municipio es que la E35 (Tambillo-Pifo-Tababela) esté ampliada a cuatro carriles antes de que empiece a operar el aeropuerto (20 de febrero). Por aquí circularán, principalmente, los camiones. También se construyen dos intercambiadores en la Vía Interoceánica (Auqui-Primavera y Las Bañistas), para aliviar el tránsito vehicular, que se prevé subirá de 50 000 a 56 000 vehículos al día.
Finalmente, el Municipio diseñó un nuevo proyecto de desarrollo en lugar de la zona franca, que se denominará Zona Económica de Desarrollo Especial. Este se va a desarrollar en 200 hectáreas de las 1 500 que tiene la terminal aérea. Regirá un estatus económico diferente, dirigido a establecer beneficios tributarios, esquemas de contratación de personal…
Instituciones públicas y privadas se instalarán en la zona para que puedan desarrollar tecnología, logística y servicios de valor agregado. Aún no está definido el número. El componente principal de la Zona son las empresas tecnológicas. Se va habilitar un parque tecnológico. Dentro de las próximas semanas se definirán los rubros y la factibilidad económica, jurídica y financiera.