En mi artículo publicado el lunes 8 de marzo del 2010, en esta sección de Diario EL COMERCIO, teniendo como fuente ‘La memoria histórico cultural del Barrio de San Marcos’, asumí la identificación que el mencionado libro hace de San Marcos y la Loma Chica.
El arquitecto e historiador Alfonso Ortiz me hizo conocer su punto de vista. Debidamente argumentado dice que la Loma Chica se habría encontrado detrás de Santo Domingo, en la actual calle Leopoldo Salvador; para lo cual hace alusión al plano de Montúfar donde, efectivamente, el barrio en mención se encontraría localizado entre las calles Montúfar, Rocafuerte, Salvador y de los Milagros. Por lo mismo no se trataría del mismo lugar que San Marcos.
Lamentablemente, al parecer este es un error bastante generalizado. En este no incurre únicamente la memoria histórico-cultural que contiene la información recogida hace algunos años en el propio barrio de San Marcos, sino también otras publicaciones. Entre ellas las que aparecen en la Internet (https://books.google.com.ec/books), el libro ‘Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad’ del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección General de Promoción Cultural. Versión Impresa 2002. Versión Electrónica 2007. El título que se da al capítulo referido al barrio de San Marcos (pág. 91) dice: “San Marcos. El Barrio en la Loma Chica”. Pero aún más, en otra página web (https://www.canadasi.com/apolo/index.php?option>com_content&task>view&id>34) perteneciente a Vivequito.ec y cuyo responsables son: Diego Apolo Buenaño y Gislaine Luzuriaga Orosco. Allí se dice: “San Marcos está ubicado en la Loma Chica, entre las antiguas quebradas de Manosalvas e Itchimbía. Limita al noreste, hasta la calle Pichincha, con el barrio La Tola. Por el sur, hasta la calle de Los Milagros, con el barrio La Loma. Al oeste hasta la calle Montúfar, con el barrio González Suárez”, por lo tanto la identificación de los dos sectores del Centro Histórico es total.
La discusión no estaría en la ubicación puesto que la argumentación de Alfonso Ortiz es históricamente muy sólida. Pero las confusiones no son en vano, algo debe haber intervenido para que se haya generalizado de tal manera el llamarle Loma Chica a ese sector que constituye una isla entre las quebradas de Manosalvas e Itchimbía.
La psicología y la antropología conocen que la historia y la fábula corren paralelas. Los vacíos de información suelen ser llenados por la mente humana siempre dispuesta a colocar su proyección, es decir sus mitos en lo que no es fácil de explicar.
Por supuesto que en el método histórico crítico esto es absolutamente desechable, pero en nuestros días nuevos conocimientos sobre la psique colectiva, permiten inferir algunos de estos fenómenos, encontrándoles cierta explicación.
Por este motivo, no resulta extraño que al ser tan cercanos los dos barrios, sus moradores hayan pensado que el uno era la continuación del otro. Tal vez si la isla ubicada entre las quebradas Ulluhuangahuaico y Manosalvas, se denominaba Loma Grande, era obvio que la otra debía llamarse Loma Chica. Los errores son para rectificar pero siempre abren la posibilidad de saber un poco más sobre la historia, que como se ha dicho se halla imbricada con la tradición.