El transporte pesado usa la vía Tambillo-Pifo

Debido al cierre de la avenida Simón Bolívar, desde el 2 de mayo pasado, los conductores de vehículos de transporte pesado han tenido dificultades en entregar sus cargas en los destinos.

Dentro de Quito hay una restricción para su paso y a pesar de que la Simón Bolívar está parcialmente habilitada desde el martes, ellos aún no están autorizados para utilizar los carriles abiertos.

La vía E35, que va de Tambillo a la Y de Pifo, es una alternativa útil para cualquier tipo de vehículo. El problema de esta carretera es que la señalización es escasa. Un letrero en la Y de Pifo indica que hay una ruta hacia Papallacta y otra a Sangolquí. Allí hay otro letrero que indica las rutas hacia Quito o hacia Píntag y el Antisana. Después hay un rótulo que muestra la ruta hacia Papallacta.

En el sector de Los Cuarteles se indica que por allí se puede ir a Latacunga o a Ambato. Ya en Tambillo se encuentra un letrero que muestra la ruta al intercambiador de Alóag, a Quito y otro que muestra las distancias hacia Amaguaña, Sangolquí o Pifo. Santa Rosa de Cusubamba es el último señalizado, que está a 77 km. Allí también se anuncia que por ahí se puede ir hacia Ibarra o Tulcán.

Pese a que en su mayoría tiene solo un carril en cada sentido, se encuentra en buen estado y cuenta con señalización horizontal. Ayer, un grupo de obreros realizaba mantenimiento y limpieza de las cunetas y de un pequeño derrumbe. El tránsito se congestionó, porque los trabajadores permitían el paso de vehículos en un solo sentido, por turnos.

El estado del pavimento en la E35 es bueno, salvo en los alrededores de la entrada al relleno sanitario de El Inga. Allí hay residuos de basura impregnados en el piso y baches pequeños.

En el primer tramo de 24 km, esta vía va de Pifo y Palugo a Sangolquí. Por allí, circulan buses que van de la Espe a Píntag, por ejemplo. En ese sector solo hay una gasolinera. Ayer a las 11:30, se formó una leve congestión vehicular al llegar al Colibrí.

Por la falta de señalización en Tambillo hay conductores que ingresan a Quito para cruzar por la Simón Bolívar pese a la prohibición vigente desde esta semana.

Por ejemplo, el miércoles en la noche, en el carril de sur a norte, desde la Ludoteca se formó una fila de 700 metros. Allí, en el contraflujo en el sector de la Forestal IV, se generan congestionamientos y hay vehículos pesados.

La circulación se reduce de tres carriles a uno solo. La velocidad baja de 70 km por hora a máximo 10 km/h. Según el policía Carlos Terán, los trancones empiezan desde las 18:00 y se extienden hasta las 20:00. Luego hay fluidez, hasta las 22:00, hora en que se cierra el paso de vehículos.

Una de las causas para este embotellamiento es el continuo paso de los carros pesados. En la noche del miércoles se observó a tráileres y camiones transitar libremente por la zona.

Los seis policías que controlaban el tránsito no les impidieron el paso. Para el policía Edwin Pereira la restricción debe aplicarse en Tambillo, porque una vez que ingresan a Quito no pueden impedirles el paso. “Nos piden que desviemos a los pesados, pero por dónde lo hacemos”.

En el sentido norte-sur se habilitan dos carriles, allí el tránsito fue fluido. El problema detectado en este tramo es el irrespeto al límite de velocidad, fijado por el Municipio en 40 km/h.

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