Trabas para la ampliación de la Zona Azul

El proyecto de extensión de la Zona Azul tenía previsto la habilitación de 7 471 plazas de parqueo hasta noviembre. Hasta ayer, la Zona 2 (entre las avs. Colón y Orellana y 10 de Agosto y Coruña) y la Zona 3 (en el sector de Santa Clara) todavía no operaba.

Además, en las calles del barrio Juan Montalvo, en el sector de La Carolina, la venta de tiques de Zona Azul es irregular. En agosto, los moradores de este barrio cubrieron con pintura negra las líneas y letreros que indicaban los parqueaderos. Los dirigentes barriales calificaron a la medida como arbitraria, puesto que ningún representante del Cabildo les había informado sobre el proyecto.

Eduardo Domínguez, morador del sector, informó que unos 200 vecinos presentaron una demanda ante la Defensoría del Pueblo. Aún no hay una resolución del caso. Él explicó que los moradores exigen que el Municipio presente un estudio técnico sobre la viabilidad del proyecto y que se realice una consulta pública a los moradores. El dirigente barrial aclaró que aún no existe un acuerdo.

Roberto Gabela, gerente de la Unidad Terminales y Estacionamientos del Municipio, explicó que se reinició un proceso de socialización con los moradores, cuidadores, policías metropolitanos y administraciones zonales.

Entre el jueves y viernes pasados, por ejemplo, se realizó un taller con los representantes de 40 instituciones ubicadas en la zona de aplicación del parqueo tarifado. Ahí se dieron a conocer la normativa y los procedimientos para el uso de la Zona Azul.

Gabela aseguró que a finales de enero del 2011, concluirá la socialización y se iniciará un período de prueba en las nuevas zonas de parqueo tarifado. “Se empezará sin cobro de multas”.

La idea es habilitar 7 471 plazas de parqueo tarifado en cinco zonas, entre la Santa Prisca y la av. Naciones Unidas. A estas se sumarán 13 216 estacionamientos privados fuera de vía. En total, la oferta de parqueo en el hipercentro de la ciudad alcanzará las 20 687 plazas.

En el sector de Santa Clara, no todos los moradores conocen los detalles del proyecto. En la calle Gustavo Darquea, Flor Villarroel solo sabe que no se están vendiendo los tiques para el uso de Zona Azul. “Tampoco hay policías metropolitanos en el sector”.

La comerciante no está de acuerdo con el cobro del parqueo. Sus clientes tendrían que pagar una hora por estacionarse pocos minutos. Susana Ruiz, otra comerciante, aseguró que la rotación de los puestos de parqueo mejoraría el uso del espacio.

“Hay carros que se quedan todo el día y los clientes no encuentran un lugar en dónde estacionarse”.

En el sector de La Mariscal, los problemas entre usuarios, vigilantes y policías metropolitanos son frecuentes. El viernes pasado, a las 12:30, el carro de Carlos Toapanta fue inmovilizado con un candado metálico que rodeaba el neumático delantero izquierdo.

Para Toapanta, se debería conceder un tiempo de gracia para poder renovar las tarjetas.

Mercedes Espinosa, vigilante de la zona, reconoció que hay problemas en los procedimientos, porque hay casos en los cuales policías metropolitanos solo cobran la multa por mal uso de la Zona Azul, pero no exigen el pago del tiempo extra.

Para Raúl Arciniegas, la implementación de la Zona Azul debe complementarse con mayores niveles de seguridad. “A veces no se puede encontrar al vendedor y cuando pasa algo, no hay a quién se responsabilice”.

Actualmente existen cuatro asociaciones de vigilantes históricos encargados de vender los tiques. Los vigilantes que se incorporen a las nuevas zonas deberán organizarse en asociaciones.

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