Comerciantes informales, revendedores, dueños de locales ubicados en los alrededores de la plaza de toros de Quito y empresarios empezaron a buscar otras fórmulas de generar ingresos para sus negocios en diciembre.
Ellos esperaban robustecer sus chequeras con la venta o promoción de sus productos durante la Feria, que debía empezar el 1 de diciembre y que se canceló.
En Quito, la medida golpea el trabajo de al menos 600 personas, según Milton Calahorrano, ex presidente de la Unión de Toreros y Banderilleros del país.
Los integrantes del Huasca Club Rumiñahui de Chagras forman parte de los afectados. Los socios de esta agrupación que reúne a 25 personas, habitualmente son contratados para cuidar el ganado de la Feria.
Este año no era la excepción y desde la próxima semana tenían previsto iniciar su trabajo en los páramos del sector Antisana. Por su labor, cada uno, debía ganar USD 120 semanales.
Jorge Guzmán, de este grupo, se acercó ayer a las boleterías de la Plaza para solicitar información a Citotusa, empresa que debía organizar la Feria capitalina. Quería ayudar en la difusión de una campaña a favor de la corrida.
Guzmán no encontró respuesta y se marchó preocupado. La inquietud también agobió a Milena Villegas, empresaria colombiana. Ella reveló que durante la Feria se debía contratar a 200 modelos ecuatorianas, colombianas y venezolanas. Las empresas que planeaban promocionarse suelen cancelar entre USD 100 y USD 200 diarios a las impulsadoras.
Entre los negocios afectados está el local de comida colombiana Oh, qué bueno, ubicado enfrente de las boleterías de la Plaza. Ahí, se empezaron a realizar ajustes tras conocer la suspensión de la Feria. Margarita Agudelo, de 28 años y administradora del lugar, calculaba recaudar unos USD 2 000 diarios durante la programación taurina.
Por esto, Agudelo planea disminuir la compra de alimentos y aguardiente paisa. “El aguardientico es algo que se ha vendido bien en las anteriores ferias”, contó ayer en la puerta del local en el que trabajan 10 personas.
Las empresas auspiciantes también perdieron la opción de promocionarse. Citotusa no precisó el número de marcas con las que tenían contratos. Pero un vocero deslizó que los acuerdos con la mayoría de estas debían firmarse días antes del inicio del evento. En otros casos, se devolvió dinero.
El Municipio también recibía dinero por las corridas. Según el concejal Fabricio Villamar, la Feria generaba un ingreso anual de USD 500 000 por impuestos.
Entre tanto, ayer se inició la devolución del dinero de las entradas sueltas y abonos.