La vía conecta el sur de la ciudad y el valle de Los Chillos con la nueva terminal área en Tababela. Las obras se ejecutan en el tramo que va desde El Colibrí hasta Cusubamba; son 53,26 kilómetros.
La ampliación de la vía E35, destinada para el transporte de carga que se dirige hacia el aeropuerto Mariscal Sucre, tiene siete obras pendientes.
En ciertos tramos falta realizar la ampliación de dos a cuatro o seis carriles. No se cuenta con señalización, alumbrado, asfaltado ni pasos peatonales. Además, está en ejecución la construcción de un intercambiador en la Y de Pifo y de un puente en la vía al aeropuerto.
Por esta razón, un año después de que se iniciaron las operaciones en la nueva terminal aérea, los usuarios de la E35 que se dirigen a Tababela deben tomar precauciones. En la vía hay obreros y maquinaria.
Ayer, 19 de febrero, durante un recorrido que se realizó desde El Colibrí hacia el aeropuerto se constató que el estado de esta vía difiere a medida que se avanza en el viaje. Desde el redondel de El Colibrí hasta la Y de Píntag el tránsito es fluido. Ahí la E35 tiene seis carriles, tres en cada sentido. Tiene señalización e iluminación.
Sin embargo, una vez que se supera este tramo el panorama cambia. En la calzada no se distinguen las líneas que dividen a los carriles. Tampoco tiene alumbrado público.
En el sitio, ayer, un grupo de obreros estaba colocando el tendido eléctrico (entre Píntag e Itulcachi). Luego se instalarán los transformadores y, finalmente, las luminarias. El proyecto, según Raúl Rodríguez, técnico encargado de la obra, es terminar con todo este trabajo en dos meses.
Para Geovanny Sánchez, conductor que transita por esta vía, esa es una de las principales complicaciones que se deben afrontar en la zona. En las noches la vía es oscura. Eso lo obliga a disminuir la velocidad, porque no hay suficiente señalización.
Por la esta vía, en promedio, circulan 4 589 vehículos. La mayoría son pesados: traileres y camiones en los que se lleva carga desde Quito, Sangolquí, las provincias ubicadas al sur de Pichincha y de la Costa hacia el aeropuerto a Tababela.
La ampliación de esta vía está a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Son 53,26 kilómetros desde El Colibrí a Cusubamba.
Sin embargo, en El Inga, Itulcachi, Palugo y en la Y de Pifo la vía se mantiene como era antes: dos carriles. En Palugo, incluso, los conductores estacionan los vehículos en los costados. La calle se vuelve más estrecha.
Para María Monta, moradora del sector, esa realidad es parte del cambio que se ha dado a raíz del traslado del aeropuerto a Tababela. Ahora, ahí el ruido que producen los grandes camiones es permanente.
La vía ya no está desolada. Ahora para cruzar la calle de un extremo a otro hay que observar que no haya vehículos cerca. En la E35, desde El Colibrí hasta Tababela, no se encontró ninguna estructura para facilitar el paso de los transeúntes.
En el último tramo de esta vía, desde la Y de Papallacta hasta Tababela la vía vuelve a tener las mismas características del primer tramo (seis carriles, señalización y luminarias).
Sin embargo, al llegar a la Y de Pifo se forma un cuello de botella. Ahí confluyen los conductores que vienen desde la Interoceánica y la E35, por eso la calzada se vuelve angosta (dos carriles). Ahí se construye un intercambiador. Más adelante, en la vía que conduce a Tababela se edifica un puente.
Según el MTOP para octubre del 2014, todos estos trabajos estarán terminados. El avance de la obra es del 61,31%.
En contexto. Para facilitar el traslado del transporte de carga al aeropuerto Mariscal Sucre, el Gobierno decidió ampliar esta vía. Con esto se evitaría que los vehículos pesados ingresen al perímetro urbano. La obra costará USD 126’164 393,97.