Las características del suelo, en el sector donde se construye la ruta Collas-Tababela, y el cambio en el diseño del puente que atravesará el río Guayllabamba estuvieron entre los principales inconvenientes que se han presentado en la ejecución de esta obra, desde su inicio en agosto del 2011.
En la ruta que conectará la Panamericana Norte con el nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre se encontró material suelto, similar a la ceniza volcánica.
Además, el diseño del puente fue modificado. De 320 metros de longitud se pasó a 150. Esta última decisión permitirá “ahorrar un año la construcción de la vía”, dijo Marcelo Herdoíza, gerente general de Panavial, empresa a cargo de la ejecución de la obra.
Estos y otros factores generaron demoras en los cronogramas iniciales y un incremento en los precios. Ambos temas fueron mencionados en un informe técnico del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha, en septiembre del 2013.
Ahí se decía “que no fueron considerados varios aspectos de carácter técnico, como fallas geológicas, propiedades del suelo para la construcción del puente sobre el río Guayllabamba, lo que provocó el desvío de la ruta trazada“.
Actualmente, la construcción de esta vía de 12 kilómetros tiene un avance del 85%. Está previsto que los trabajos terminen en julio del 2014. Eso sería un año y cinco meses después de que fue inaugurado el aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, nororiente de Quito. En junio del 2012 se anunció que el plazo previsto para la entrega de esta obra sería el 30 de abril de este año.
Por ahora las personas que se movilizan hacia la terminal aérea usan una parte de la Ruta Viva, la Interoceánica y la E35. En promedio a diario llegan alrededor de 15 000 personas.
La construcción del puente tiene un avance del 30%. Cuenta con la cimentación de los extremos de la estructura. Los trabajadores actualmente realizan el levantamiento de las vigas metálicas que formarán el puente. Este al igual que la ruta Collas-Tababela tendrá cuatro carriles, dos en cada sentido. Hay uno que ya está ensamblado. Luego estos serán fundidos.
El trazado vial de esta ruta está listo. Ayer, 18 de febrero, se recorrió la Collas-Tababela, desde el conector de Alpachaca hasta el kilometro 7,5 de la Pana Norte. Estuvieron el presidente Rafael Correa; el alcalde (e) Jorge Albán; Marcelo Herdoíza, gerente de Panavial; autoridades del Municipio de Quito y del Ministerio de Obra Públicas.
En el trayecto se explicó que durante dos años se usaron 400 máquinas para remover tierra. Los operarios laboraron las 24 horas. Hasta la fecha se ha removido un promedio de 19 millones de metros cúbicos de tierra. Para depositar el material se construyeron siete escombreras a lo largo del proyecto.
Los taludes ya están estabilizados. De los 800 000 metros cuadrados que hay alrededor de la vía, un 80% (640 000) cuenta ya con geomembranas (una especie de malla verde). Eso ayudaría a evitar la erosión y brindar seguridad a los usuarios.
Una vez que se encuentre habilitada esta vía, se estima que la carga vehicular será de 8 000 vehículos. Este acceso servirá para lo moradores que viven en el norte de la urbe, a las personas de las provincias del norte (Imbabura, Carchi) y de los cantones Cayambe y Tabacundo. El traslado desde la Panamericana al aeropuerto podría durar alrededor de 10 minutos. Será una vía rápida.
Sin embargo, para acceder a esta, los usuarios que vengan por la Panamericana Norte deberán ingresar a un distribuidor de tránsito. Mientras se construye, ahí funcionará un redondel. El proyecto es ampliar de dos a cuatro carriles la Panamericana, para facilitar el acceso a los usuarios.
En total, en la obra se invertirán alrededor de USD 200 millones, esto es 70 más de lo que estaba planteado en un inicio.
[[OBJECT]]